La Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) pidió al Estado de Honduras un informe sobre
los asesinatos de seis periodistas este año, informó el martes una fuente
oficial hondureña.

La CIDH envió el martes la solicitud a la
Procuraduría General de
Honduras, que ahora tiene un mes para responder, dijo a periodistas
el subprocurador general, Ricardo Rodríguez.

La Procuraduría
pedirá reportes de sus investigaciones al
Ministerio de Seguridad, al Ministerio Público y otras autoridades
para preparar el informe que se enviará a la CIDH, indicó.

El
organismo interamericano ha pedido que Honduras envíe el
informe "a la mayor brevedad posible, a veces se da un mes o 15 días
para darle una respuesta; en este caso, nosotros tenemos un mes para
contestar todas estas interrogantes", explicó.

Además, la CIDH
enviará a mediados de mayo próximo una misión a
Honduras para conocer sobre los asesinatos de periodistas, según
anunció ayer en El Salvador el secretario general de la Organización
de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.

Entre marzo y
abril han sido asesinados en Honduras seis
periodistas y un locutor de una radio musical, crímenes que no han
sido esclarecidos por las autoridades.

El crimen más reciente, el
pasado día 20, fue el del periodista
Jorge Orellana, quien fue atacado a tiros por un desconocido cuando
salía de un canal de televisión en San Pedro Sula, norte de
Honduras.

En marzo pasado fueron asesinados, también a tiros y en
distintos
hechos, los periodistas Joseph Ochoa, en Tegucigalpa; David Meza, en
La Ceiba (Caribe); Nahum Palacios,
en Tocoa (noreste), y Bayardo
Mairena y Manuel Juárez, ambos en Olancho (este).

Asimismo, el 13
de abril desconocidos mataron al locutor Luis
Antonio Chévez Hernández, de la emisora de radio W105, en San Pedro
Sula.

El ministro hondureño de Seguridad, Óscar Álvarez, ha
asegurado a
la prensa que las investigaciones sobre los asesinatos de
periodistas están avanzadas y que sus muertes no tienen trasfondo
político.

Hasta ahora, la Policía sólo ha detenido a un
sospechoso de estar
vinculado al asesinato de Orellana, aunque el ejecutor sigue
prófugo, según Álvarez.