Lo que está ocurriendo con el Philadelphia Union tampoco es para sentarse a llorar, pero ya es hora de corregir los errores que se han cometido en defensa, especialmente en los dos últimos encuentros cuando el equipo jugó de visitante.

Hace nueve dias, en Toronto, cuando el equipo aspiraba a sumar sus segundos tres puntos, porque la verdad jugó un excelente partido, dos lamentables errores le costaron el juego: el primero, esa falta infantil del capitán sobre un rival, cuando se equivocó al devolver una pelota a su arquero y no midió distancia y reacción del rival que tenía al lado respirándole en la nuca. Cometió un error descalificador que el árbitro no lo pensó dos veces, le aplicó el reglamento en todo su rigor de la regla 12, roja directa. Una falta innecesaria, porque es bien sabido que es mejor un gol en contra que un hombre menos.

Esa jugada originó el primer gol del rival. Pero también fue ese gol y esa situación de un hombre menos cuando el Union jugó sus mejores momentos del partido, estrategia que  le duró al técnico hasta el minuto 80, cuando el equipo estaba bien parado en la cancha y se veía que un punto ya estaba en la maleta de regreso.

Y vendría ese error del arquero, midió mal su salida al cubrir un balón de riesgo dentro del área: falta y penal, error y gol, y adios a los tres puntos.

La situación se volvió a repetir el sábado 24 de abril contra los Red Bulls, ¡qué buen partido que se jugó el Union! Demostró estar bien preparado físicamente,  está jugando al estilo europeo, es decir sin especular, con una velocidad impresionante, y con fútbol brillante logró nivelar el marcador en momentos cruciales del partido, ese gol obtenido por el francés Le Toux que ya acumula 4 en la temporada.

¡Qué gran anotación de este francés ante servicio excelente del venezolano Alejandro Moreno!  Pero esta obra de arte quedó en el olvido. Cuando todo presagiaba que teníamos equipo para ganar el partido, llegó el error otra vez en defensa -esta vez fue el mexicano Michael Orozco, quien no midió su salto al rechazar un balón y poder acomodar su cuerpo cometió una mano dentro del área muy bien sancionda por el arbitro-, cobró el colombiano Juan Pablo Angel que quedó en deuda con sus seguidores porque no tuvo un buen partido, un gol que no se esperaba a esa altura del partido.

 Se nos quedaron los tres puntos en Nueva York, que de verdad no lo merecían, porque lo que le faltó al Union lo tuvo el equipo Red Bulls y eso se llama suerte, y eso en el fútbol también cuenta. Se repitieron los errores y el marcador en los últimos dos partidos. ¡Qué coincidencia!

Del primer gol que nos hicieron no quiero hablar, perfecto cabezazo del delantero del Red, pero en esa zona el rey es el arquero, y esta vez salió a "cazar mariposas". ¿Sería error del guardameta?

Cuatro errores, seis puntos que ya no están en las estadísticas, pero la situación no es crítica, la fiesta apenas empieza, ya vendrán los partidos que jugaremos en casa y esto será a otro precio.

Pero ya es hora de hacer las correcciones especialmente en el trabajo de prácticas y entrenamientos durante la semana. Todo el equipo es consciente de ello.

El arbitraje resultó excelente, estuvo a cargo del señor Kevin Sttot (árbitro estadounidense). Sttot ha participado en cuatro temporadas de la MLS, ha dirigido 57 juegos, ha mostrado en 192 ocasiones la amarilla  y expulsado a 15 jugadores.

Con Sttot tuve la oportunidad de dialogar al principio del partido cuando estaba con sus asistentes y cuarto oficial reconociendo la cancha, que a propósito es un excelente terreno de juego, grama natural, un escenario que está apenas recién construido, excelente tribuna de prensa para los comunicadores, ¡qué buen sitio para vivir y sentir esta pasión del fútbol, qué buen panorama tiene uno para ver de cerca las jugadas!

Lástima una sola cosa, sólo le caben 25 mil fanáticos, pero lo que se me hizo raro es que solo asistieron 15 mil.

De lo que hablé con Sttot no les cuento, eso se queda en mis experiencias como árbitro. Eso si les digo, sentí gran nostalgia de mis tiempos idos, me acordé de la Copa Latina en Miami, cuando iba con corbata a dirigir encuentros y hoy me la volví a poner, desempolvé el mejor vestido que tengo -que solo es uno-, no me gusta la corbata pero iba a una fiesta y mi tristeza fue obvia, me tocó "jugar" desde afuera de la cancha.

Colgué el silbato y aprendí más de medios, no soy experto, pero ahí voy, paso a paso como dicen los gringos, pero sobre todo con fe y con la ayuda de ustedes, mis estimados lectores. No me quejo, es una actividad que me gusta, me apasiona.

No le doy los diez puntos al ábitro, ya que se le pasó un detalle en un momento crucial del partido que no influyó en el resultado. Hablo de la perfecta norma de ventaja que concedió en una jugada rapidísima de ataque de Red Bulls.

Hay una falta que él no la marca, levanta sus brazos desde abajo diciendo "siga"  y advirtiendo con un gesto a sus asistentes,como está previsto en las recomendaciones  para el árbitro, concede la ventaja, excelente hasta ahí mi respetado árbitro.

La jugada que no termina en gol, el jugador del Red queda en el piso lesionado, la jugada sigue, el Union rechaza y en una jugada de fair play aplaudida por toda la concurrecia, el francés Le Toux bota la bola a las graderías -creo que todavía la están buscando- para que fuera atendido su rival que duró en el piso por más de 15 segundos.

¿Qué debió hacer el juez? ¿Haber parado el juego cuando terminó el "peligro" en avance, amonestar al jugador del UNION, permitir el ingreso de los médicos y reiniciar el juego con balón en tierra. Un pequeño detalle que pasó desapercibido, pero que a la luz de la regla 12 cuenta. ¿Será que se le olvidó?

Aquí viene mi reflexión para que ustedes opinen. ¿Qué hubiera pasado si ese jugador ya tenía amarilla? En general muy bien el árbitro, solo mostró una amarilla, en perfecta aplicación de la regla 12 a un jugador del Union en la defensa,en el minuto 69, fue" el momento de la verdad" como me lo decia un amigo arbitro de Miami, recuerden amigos, son siete las causales para ponerle color a un jugador pero de eso les hablaré en otra ocasión para no aburrirlos.

La verdad es que arbitrar es un trabajo de concentración mental y de trabajo en equipo. Se los aseguro, nunca habrá un arbitraje perfecto. ¡Ah! Difícil que es ser árbitro, y qué fácil es criticarlos, sobre todo cuando hay desconocimiento de las reglas de juego.

Me gustó mucho lo que dijo el técnico del Union en la rueda de prensa al terminar el partido, pero eso lo pueden leer en la edición impresa de AL DÍA, junto con las declaraciones que me dieron los jugadores hispanos en el camerino cuando los visité a saludarlos y estrecharles la mano y felicitarlos.

No por la derrota -aclaro-, sino por las ganas, por el esfuerzo físico, porque nunca bajaron los brazos, porque pusieron el producto de las gallinas en el terreno de juego, no solo ellos, fue todo el equipo; incluso los de la banca, tambien el técnico. Yo estaba ahí detrás de ellos y me consta.

¡Qué jugadores, qué personas! Sencillos, pero ante todo humanos. Tienen derecho a equivocarse, a cometer errores y aceptarlos; esa es la base para salir campeones, pero si los corregimos a tiempo, eso es ahora.

Enhorabuena, tenemos equipo, que sabe jugar fútbol. Con eso basta. Cuando se es "nuevo", como todo en la vida, hay que pagar el precio.

Hasta la próxima y no se olviden, hay que ser felices, la vida es una sola y el fútbol es eso, un  juego que divierte y hace olvidar penas.