La golfista mexicana Lorena Ochoa, número uno del mundo durante los últimos tres años, sorprendió esta semana con el anuncio de su retiro indefinido del golf tras una década de protagonismo en la Asociación de Golf Profesional Femenino, LPGA, por su sigla en inglés.

Aunque se conoce que el principal motivo de su partida es el deseo de dedicarse a su familia -Ochoa se casó en diciembre pasado con Andrés Conesa, presidente de Aeroméxico- la tres veces consecutiva deportista del año en México expondrá este viernes, en rueda de prensa, las razones de su decisión.

Los números de una campeona

Su trayectoria ya acumulaba cifras importantes antes de que llegara al profesionalismo. Fue reina indiscutible del Guadalajara Country Club Jr.  en una década, de 1989 a 1999.

De 1990 a 2002, Ochoa acumuló otros 43 campeonatos mexicanos de golf juvenil. Entre 1997 y 2002, logró 15 veces el primer lugar en varios torneos de EE.UU.

En la LPGA, la deportista mexicana suma 27 campeonatos y 19 distinciones: cuantro veces consecutivas como Mejor Jugador Rolex del año y el Trofeo Vare.

Según cálculos de la asociación, con 28 años de edad, Ochoa ha amasado durante su carrera una fortuna de $14,817,846.00 millones. Sin embargo, la jugadora no gana un torneo desde octubre pasado.

El amor le roba figuras a la LPGA

La LPGA vuelve y se queda sin una de sus figuras. Hace apenas un año y medio, la sueca Annika Sorenstam decidió guardar definitivamente su bolsa de palos.

Lo que llama la atención es que las razones de la ex número uno fueron idénticos a los que hoy esgrime su heredera. Su relación con Mike McGee, hijo del golfista Jerry McGee, primó frente a la posibilidad de cosechar más éxitos.