El suicidio del venezolano Edwin Valero el pasado lunes, ex campeón de los ligeros del Consejo Mundial de Boxeo (CMB),  y quien fue arrestado como principal sospechoso del asesinato de su esposa, puso fin a otra historia trágica de gigantes del ring con guantes de barro que han entristecido al continente.

Valero, de 28 años, fue encontrado ahorcado con sus ropas en una de las celdas de una estación policial en el estado de Carabobo.

El “mejor noqueador de la historia” según el presidente del CMB, José Sulaimán, ya había sido confinado en cárceles por agredir a su esposa, madre y hermana, y recluido en centros de reposo para tratar su adicción al  alcohol.

La tragedia de los campeones

Valero es apenas uno más en la lista de tragedias al interior del deporte de los golpes.

El argentino Carlos Monzón murió en un accidente automovilístico en enero de 1995 cuando gozaba de salidas para trabajar en la parte final de una condena a once años de prisión por el asesinato de su segunda esposa, la modelo uruguaya Alicia Muñiz.

Esteban De Jesús, Edwin ‘el Chapo’ Rosario y Héctor ‘El Macho’ Camacho, son algunos de los legendarios púgiles boricuas que pasaron de la gloria a las drogas.

De Jesús, campeón de peso ligero de la Organización Mundial de Boxeo, murió a los 37 años, en 1989,  a causa del sida que contrajo por compartir jeringuillas con las que se inyectaba la heroína.

‘El Chapo’ Rosario (1961-1997), dos veces campeón mundial en las divisiones ligero (135 libras) y welter ligero (140 libras), cumplió penas de cárcel por casos relacionados a la adicción a las drogas, que lo mataron un 1 de diciembre.

La tragedia de los campeones mundiales tocó en 1982 a quien fue monarca mosca de la AMB, el dominicano Eleoncio Mercedes, asesinado por un oficial del Ejército por asuntos de faldas.

El primer campeón mundial de Colombia, Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’, también transitó el amargo avismo de la adicción.

Tras la gloria nacional, la fama mundial y la riqueza que el boxeo le deparó, la tragedia griega no abandona a Cervantes. El ex campeón welter junior de la AMB no ha dejado de tirar la toalla en su pelea contra las drogas.