El líder opositor José Serra,
favorito en todos los sondeos para las elecciones presidenciales brasileñas, mantiene en una encuesta divulgada ayer una ventaja de
diez puntos porcentuales sobre la ex ministra Dilma Rousseff, la
candidata apoyada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Serra, ex gobernador de Sao Paulo y uno de los principales
líderes del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña
(PSDB), aumentó su intención de voto desde el 36 por ciento en marzo
al 38 por ciento esta semana, según el sondeo de la firma Datafolha
divulgado hoy por el diario Folha de Sao Paulo.

El porcentaje de electores dispuestos a votar en Rousseff, que
fue hasta hace dos semanas una de las principales ministras de Lula
y que será postulada por el oficialista Partido de los Trabajadores
(PT), apenas creció del 27 por ciento en marzo al 28 por ciento en
abril.

De esa forma, la ventaja del líder opositor subió desde nueve
puntos porcentuales el mes pasado a diez puntos porcentuales este
mes, lo que Datafolha considera como dentro del margen de error de
la encuesta.

El sondeo, sin embargo, contradice otros divulgados en las
últimas semanas y según los cuales Rousseff viene reduciendo
gradualmente la ventaja que la separa de Serra y ya prácticamente lo
alcanza.

Según un estudio divulgado esta semana por el Instituto Sensus y
encomendado por un sindicato que apoya la candidatura de Rousseff,
la ex ministra de la Presidencia tiene un 32,4 por ciento de la
intenciones de voto, con lo que estaría técnicamente empatada con
Serra (32,7%).

De acuerdo con la encuesta encomendada por Folha de Sao Paulo,
por detrás de Serra y de Rousseff en la disputa para las
presidenciales de octubre próximo se ubica la senadora Marina Silva,
ex ministra de Medio Ambiente de Lula, cuya intención de voto subió
del ocho por ciento el mes pasado al diez por ciento este mes.

Silva, candidata del Partido Verde, superó en el sondeo al
diputado Ciro Gomes, también ex ministro de Lula y que cayó al
cuarto lugar luego de que su intención de voto bajara del once por
ciento en marzo al nueve por ciento en abril.

De acuerdo con el sondeo, el siete por ciento de los encuestados
dijo que pretende votar blanco o anular su voto y un ocho por ciento
dijo aún estar indeciso.

Gomes, además, aún no ha recibido formalmente el respaldo de su
formación, el Partido Socialista Brasileño (PSB), cuyos principales
líderes prefieren apoyar a Rousseff que postular un candidato
propio.

En caso de que el ex ministro de Integración Nacional no consiga
el apoyo de su partido, la ventaja de Serra aumentaría en una
eventual elección, según una simulación hecha por Datafolha.

Con apenas tres candidatos, la intención de voto en Serra llega
al 42 por ciento y la de Dilma al 30 por ciento, con lo que la
diferencia entre los dos se amplía a doce puntos porcentuales, en
tanto que Marina Silva se mantiene en tercer lugar con el 12 por
ciento.

La encuesta también mostró que en caso de que Serra y Rousseff
tengan que medirse en una segunda vuelta, lo que ocurrirá en caso de
que ninguno alcance más de la mitad de los votos en la primera, el
opositor vencería con el 50 por ciento frente al 40 por ciento de la
oficialista.

La encuesta de Datafolha consultó a 2.600 electores brasileños en
144 municipios entre el 15 y el 16 de abril y tiene un margen de
error de dos puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo.

En cuanto a la popularidad de Lula, la encuesta mostró que aún se
mantiene en los mejores niveles para un jefe de Estado en Brasil,
pese a que cayó desde el 76 por ciento en marzo al 73 por ciento en
abril.

El porcentaje de electores que califica al gobernante como
regular creció del 20 por ciento al 22 por ciento en el mismo
período y el de los que lo considera como malo o pésimo subió del
cuatro por ciento al cinco por ciento.