El Congreso de los diputados
español
aprobó este martes una proposición en la que se pide dialogar con el
Gobierno de Cuba para abogar por la liberación "inmediata e
incondicional" de todos los presos políticos en Cuba.

La moción,
que expresa su "condena" a la "evitable y cruel"
muerte del disidente Orlando Zapata Tamayo y pide el fin de la misma
protesta que lleva a cabo Guillermo Fariñas, fue aprobada con el
apoyo del gobernante Partido Socialista (PSOE) y del Partido Popular
(PP), el principal de la oposición, y de otras agrupaciones
políticas en el pleno del Congreso, la cámara baja del Parlamento.

Zapata,
disidente y preso político, un albañil de 37 años que
había sido detenido en 2003, murió el 23 de febrero pasado después
de una huelga de hambre que mantuvo durante 85 días para exigir un
trato digno de "prisionero de conciencia", estatus que sí le
reconocía la organización Amnistía Internacional.

Otro disidente,
Guillermo Fariñas, inició una huelga similar unos
días después cuando fue detenido y golpeado por policías que le
impidieron ir al pueblo donde fue enterrado Zapata Tamayo.

En el
debate dedicado a los presos políticos en Cuba, el
PP accedió en el último instante a sustituir su texto original por
otro del PSOE con el fin de llegar a un consenso.

En el texto
original no se hablaba de dialogar con las
autoridades de La Habana y sí se respaldaba, en cambio, la posición
común de la UE que el Gobierno quiere suavizar durante la
Presidencia española de turno de la UE.

El PP optó por apoyar el
texto en el que se insta al Gobierno a
"impulsar un diálogo" con el Ejecutivo cubano para "poner las bases
para un futuro de reconciliación nacional, respeto a los derechos
humanos y libertades fundamentales y mejora sostenible del nivel de
vida del pueblo cubano".

PSOE y PP coinciden también en que el
diálogo con el Gobierno
cubano debe servir para que la ONU y la Cruz Roja Internacional
visiten las cárceles cubanas en las que están recluidos los
alrededor de 200 presos políticos y de conciencia.

En el debate,
el representante del PP, Jorge Moragas, señaló que
el texto de su grupo no buscaba la discrepancia, sino "la unidad de
los demócratas españoles" para apoyar a los disidentes cubanos
después de los episodios de Zapata y Fariñas.

El diputado del PP
ha aclarado que su grupo no pretende
"interrumpir" el diálogo que el Gobierno socialista mantiene con el
Gobierno de cuba, pero sí tener una posición más crítica.

"Hay
muchos en el PSOE que piensan como yo y me lo dicen a
escondidas", afirmó Moragas, cuyo partido aboga por no modificar la
política europea hacia Cuba, vigente desde 1996 cuando se instauró a
instancias del ex jefe del Gobierno José María Aznar, del PP.

La
portavoz del PSOE, Elena Valenciano, defendió suavizar la
posición común europea al considerar que el aislamiento y las
posturas "unilaterales" no favorecen la liberación de presos en la
isla.

Valenciano insistió en la conveniencia de seguir abogando
por el
diálogo "crítico y exigente", y negó que el Gobierno español sea
"complaciente" con el de Cuba.