“Para disminuir la inmigración ilegal en Estado Unidos debemos solucionar los problemas del campo en México”, dijo Roy Germano, investigador de la Universidad de Texas en Austin (UT Austin).

Mientras la mayoría de estudios al respecto se basan en el efecto de la inmigración en Estados Unidos, Germano decidió ir más allá de las fronteras para entender el fenómeno.

“La inmigración ilegal en Estados Unidos no es un problema sino una consecuencia de la pobreza y la falta de oportunidad en otros países”.

Germano hacía la investigación para su doctorado en Ciencias Políticas cuando decidió escribir, dirigir, filmar, editar y producir el documental “El otro lado de la inmigración” para explicar esta problemática.

“Estaba trabajando de mesero, hace muchos años, con muchos inmigrantes, y aprendí de primera mano por qué vienen a Estados Unidos. La mayoría de indocumentados viene de México y la mitad de ellos viene de áreas rurales”.

Por eso, cuando Germano comenzó la investigación, decidió viajar 1.000 millas al sur de la frontera hasta llegar a Michoacán, México.

Allí encontró una población rural donde los trabajadores del campo se vieron afectados por los acuerdos internacionales de libre comercio y la falta de apoyo gubernamental, y “casi la mitad” de la población se vio forzada a emigrar a Estados Unidos en busca de trabajo y sin documentos.

“Hay una historia de corrupción en la política mexicana, pero al mismo tiempo lo que la gente percibe como corrupción es falta de información. La gente cree que el gobierno no les da suficiente información sobre los fondos y programas disponibles para el campo y creen que eso es corrupción, pero el gobierno debería de hacerlo”.

Germano decidió enfocarse en las áreas rurales “porque ofrecen una historia muy clara y muestran que la gente no puede sobrevivir de la agricultura, y que algunas de las políticas no los ayudan porque se encuentran centralizadas”.

Además, Germano citó el Tratado Norteamericano de Libre Comercio (NAFTA) como uno de los factores que afectan a los trabajadores del campo en México.

“Cada vez que hay comercio internacional hay gente que puede sufrir, y los trabajadores rurales de México son los que más sufren con el NAFTA. Cuando tienes un grupo con poca tecnología, capital y tierras, estas personas serán dislocadas en competencia por las compañías industrializadas estadounidenses, y esto hace que la inmigración aumente”.

“Desde un punto de vista moral, en EE.UU. tenemos una responsabilidad con nuestros vecinos en México que están sufriendo, pero también tenemos una responsabilidad con nuestros intereses nacionales”.

“En EE.UU. hay problemas económicos y sociales relacionados con los 11 o 12 millones de indocumentados, así que deberíamos de trabajar más con el gobierno mexicano sobre lo que pasa al sur de la frontera”.

Germano propone un programa de trabajo temporal que permita a los trabajadores extranjeros contribuir a la economía estadounidense con más libertad y sin poner en riesgo su vida al cruzar la frontera ilegalmente. “Las estrictas medidas de inmigración y seguridad fronteriza contribuyen a que los trabajadores indocumentados permanezcan en Estados Unidos. Las leyes no hacen un buen trabajo para dejarlos entrar, pero si para mantenerlos adentro. Una vez que logran cruzar la frontera, no quieren volver a pasar por eso, y aunque preferirían regresar a casa después de ahorrar cierta cantidad, muchos deciden quedarse por tiempo indefinido”.