El presidente de Venezuela, Hugo Chávez,
mantendrá "congeladas" las relaciones diplomáticas con Colombia
hasta las elecciones presidenciales en esa nación y espera que el
próximo Gobierno recupere "la brújula", informó este viernes la Agencia
Pública de Noticias de Ecuador y Suramérica (Andes).

En declaraciones hechas en Quito, donde tiene previsto
reunirse con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, Chávez
manifestó su esperanza de que el jefe de Estado que surja de las
elecciones del 30 de mayo en Colombia "sea alguien con capacidad de
estadista y que respete la soberanía" de los países vecinos.

"Esperamos un Gobierno que recupere la brújula, que respete el
derecho internacional y que deseche la tesis que inventó (el hoy ex
presidente norteamericano, George) Bush del ataque preventivo,
perseguir lo que ellos llaman el terrorismo donde quiera que se
encuentre, una locura que bastante daño le ha hecho a esta parte del
mundo", señaló Chávez, según Andes.

Añadió que esperan "un Gobierno serio, que respete, y si respeta
será respetado".

El presidente venezolano ha mantenido una tirante relación con el
colombiano Álvaro Uribe, en medio de denuncias de que presta ayuda a
la guerrilla colombiana.

La tensión se incrementó a mediados del año pasado cuando se
conoció el acuerdo que permitirá a militares estadounidenses hacer
uso de bases colombianas, a lo que Chávez respondió en agosto pasado
con una congelación de las relaciones con Colombia.

Las relaciones colombo-venezolanas están "vulneradas,
lamentablemente por las permanentes agresiones" que sufre Venezuela,
señaló Chávez en las declaraciones recogidas por Andes.

"Nosotros hemos decidido congelar eso (las relaciones), esperar
las elecciones que vienen pronto y ver qué actitud tiene el próximo
presidente o presidenta de Colombia", dijo.

Los dos favoritos para ganar las elecciones en Colombia son,
según una reciente encuesta, el ex ministro de Defensa de Uribe Juan
Manuel Santos y la ex canciller y ex embajadora Noemí Sanín.

Ambos disputarían la Presidencia en una segunda vuelta electoral,
con una leve ventaja a favor del primero.