Unos 2.000 exiliados protestaron el domingo en Miami (EE.UU.) contra el gobierno de Cuba al que
responsabilizan por la muerte del prisionero político Orlando Zapata
Tamayo, que murió en la isla caribeña tras una huelga de hambre de
85 días.

Gritando consignas de "Abajo el tirano", "Libertad" y "Viva Cuba"
los exiliados con lazos negros en señal de luto se manifestaron
junto con colombianos, ecuatorianos, hondureños, mexicanos y
venezolanos en la Calle 8, donde se concentra gran parte de la
diáspora cubana en el sur de Florida.

Rodolfo San Román, presidente del Presidio Político Cubano, uno
de los principales oradores del evento, acusó del fallecimiento de
Zapata Tamayo a "la tiranía castro-comunista, al ministerio del
Interior y los encargados de salud (en Cuba) a quienes consideramos
cómplices, junto con los Gobiernos que cooperan con el régimen".

Zapata Tamayo se mantuvo en ayuno exigiendo que se cumplieran en
su caso las reglas mínimas de tratamiento a los reclusos aprobadas
por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

"El pueblo se ha reunido para rendir homenaje al mártir, a un
hombre que fue consecuente en el decir y el que hacer, que tuvo como
estrategia la no violencia y sufrió una muerte espantosa, cruel y
llena de odio", expresó San Román.

Esta es la primera vez que un opositor al régimen castrista muere
durante una huelga de hambre desde que Pedro Luis Boitel, dirigente
estudiantil que combatió a los Gobiernos de Fulgencio Batista y
Fidel Castro, perdió la vida en una cárcel en 1972.

"Condenamos este abominable crimen", expresó el activista y
resaltó que el exilio cubano sentía pesar porque "cayó uno de los
más grandes de esta gesta libertaria y uno de los tantos que cayeron
en huelga de hambre".

Los manifestantes escucharon el discurso mientras muchos ondeaban
banderas con el rostro de Zapata Tamayo y otros colocaron una enorme
pancarta con su imagen y la leyenda: "Asesinado por los Castro".

Josefa López, fundadora de las Damas de Blanco y que se encuentra
en el exilio, otra de las oradoras, dijo que no sabían quién era más
responsable por la muerte del prisionero político, de 42 años.

"Si el alevoso y asesino régimen (castrista) o el indiferente y
tantas veces cómplice mundo, entre ellos el presidente de Brasil
Luis Inacio Lula Da Silva", detalló la activista.

La mención del gobernante brasileño, cuya visita a Cuba coincidió
con la muerte de Zapata Tamayo, provocó entre los manifestantes el
mayor grito de indignación en todo el evento.

"Luego de la muerte de Orlando Zapata Tamayo una buena parte del
mundo parece haber despertado, él hizo ese milagro", afirmó López.

José "Pepe" Hernández, presidente de la influyente Fundación
Nacional Cubano Americana (FNCA), declaró a periodistas que
lamentaba que después de 51 años aún los cubanos: "nos estemos
inmolando para que el mundo nos escuche".

"Es por eso que le decimos al mundo que ya está bueno, que la
dictadura cubana tiene abandonar Cuba. Hemos perdido demasiados
hombres y mujeres tratando de enfrentar a la dictadura de Fidel
Castro y ya es hora de que Cuba sea libre", dijo Hernández.

Durante el evento se hizo enlace telefónico con la madre del
prisionero político, Reina Luisa Tamayo Danger, quien dijo "Orlando
no ha muerto" y "Adelante pueblo cubano".

También se leyó una lista de los presos políticos de Cuba y se
entonaron canciones cubanas, entre ellas la famosa "Ya viene
llegando", del interprete Willy Chirino.

El acto concluyó con el traslado de un féretro cubierto con la
bandera cubana del lugar del evento hasta la sede del Presidio
Político Cubano.

Activistas latinoamericanos participaron en la jornada de
manifestación como muestra de apoyo y solidaridad con los cubanos.

"Estos crímenes representan las atrocidades de los hermanos
Castro (Fidel y Raúl) en Cuba, pero además ha enlutado a toda
Latinoamérica y sentimos como nuestro el asesinato de Orlando Zapata
Tamayo", dijo Roger Castaño, presidente del Bloque de Apoyo a
la Unidad Nicaraguense.

Francisco Portillo, presidente de la Unidad Hondureña Francisco
Morazán, declaró que los hondureños se solidarizaban con la
"tragedia que se vive en Cuba y la violación a los derechos humanos
desde hace 51 años. Por eso pedimos libertad para sus presos
políticos".

José Antonio Colina, director de la organización Venezolanos
Perseguidos Políticos en el Exterior (Veppex), aeguró que
respaldaban el sentimiento de dolor del exilio cubano.

"Estamos acá para ratificar el compromiso de los venezolanos por
la democracia y el respeto a los derechos humanos en Cuba y
Venezuela. Lo seguiremos haciendo para que estos mártires no hayan
entregado su vida en vano"