El cambio de mando presidencial en Chile, previsto para el próximo 11 de marzo, se mantiene como estaba programado, a pesar de los daños que provocó el fuerte terremoto del sábado, declaró hoy el presidente del Senado, Jovino Novoa.

Novoa supervisó los daños que sufrió el Congreso Nacional, en Valparaíso, donde se celebrará el relevo presidencial entre la actual gobernante, la socialista Michelle Bachelet, y el mandatario electo, el conservador Sebastián Piñera.

El presidente del Senado, miembro de la misma coalición política que Piñera, señaló hoy que "el salón de honor está en perfectas condiciones para el cambio de mando".

En tanto, el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, anticipó que la ceremonia de traspaso de poder será austera.

Además, apuntó que los festejos y despedidas deberían ser postergados por el terremoto de más de 8 grados en la escala de Richter que afectó a la zona centro sur del país y que ha causado más de 300 muertos, 15 desaparecidos y un millón de desplazados.

"Después de que pasen estos días de emergencia habrá que sacar como conclusión que la transmisión del mando tendrá que ser austera y reducirse a -mi juicio- a lo que es el rito republicano básico", declaró Viera-Gallo a Radio Bío Bío.

El ministro propuso que el acto se limite al "traspaso de los símbolos del poder y la entrada de las nuevas autoridades" y que se posterguen los festejos de unos y las despedidas de otros.

Además, insistió en un llamado a la calma a la población, y dijo que la infraestructura ha resistido bien, lo que habla de la correcta construcción antisísmica en el país.