Para la mayoría de las personas una noche típica en la ciudad no incluye dar vueltas en el suelo, girando en el aire y estar parado sobre su cabeza. Sin embargo, para algunos jóvenes en Filadelfia es prácticamente una noche común.

El pasado 3 de enero se enfrentaron 10 equipos de la Liga Nacional de Break Dance (NBL) en la competencia anual de Filadelfia en el Performance Garage de Fairmount. A diferencia de los deportes de competencia convencional, “el break dance se basa en el estilo, la originalidad y poder destacarse dentro y fuera de la pista”, dijo Philly B-boy Metal,  profesor de break dance y miembro del club Repstyles de Filadelfia, que año tras año compite nacional e internacionalmente.

Filadelfia tiene un historial en el “break dance” que comenzó en 1970 cuando legendarios “B-Boys” como Rennie Harris bailaban y competían en clubs, que realmente eran las calles; las personas conocían estos lugares como “club de la calle”. Al mismo tiempo bailaban en parques, esto mucho antes que organizaciones como la NBL se formaran y comenzaran a establecer verdaderos clubs. Cada año, la NBL tiene tres competencias en Filadelfia por tener un lugar  a nivel nacional y poder competir en el campeonato anual en Phoenix.

“Philadelphia Jam Circuit” es donde los “break dancers” y los fans de “b-boys” de diversos barrios dispersos por toda la ciudad eligen para socializar, bailar y simplemente disfrutar. “Estos lugares es donde personas de todas las edades bailan y se reúnen para hacer lo que nos gusta hacer”, explica el “B-boy de Metal”. “Vemos una gran cantidad de nuevos jóvenes bailarines que traen nuevos estilos y originalidad al bailar... la verdad es difícil para generaciones anteriores lograr obtener el mismo estilo de baile que los nuevos, ya que es más complicado”.

Los ‘jams’ son lugares comunes en la cultura del “break dance”. Quienes acuden regularmente al ‘jam circuit’ conocen el sentimiento que atrae a la comunidad hacia estos lugares. Los propietarios de negocios y empresarios locales aprovechan estos lugares para construir sus marcas y vender sus cosas. “La gente de la comunidad de “break dance” ve lo que traigo puesto y lo que vendo y saben que yo no estoy siguiendo una moda como cualquier otra persona... los que hacemos este baile tenemos nuestro propio estilo, todos aquí vamos en contra de lo que la mayoría de la gente usa, nosotros tenemos nuestro propio estilo de vestir, caminar y bailar”, dijo Bill Brown, creador de “Weirdo Clothing”, la vestimenta que ellos eligen.

Al adoptar el “break dance” y la cultura “B-boy”, jóvenes de Filadelfia se tratan de identificar de una forma positiva dentro de la comunidad del baile.”B-boying me ha enseñado las tres cosas que más valoro en la vida: El respeto, que no se puede ganar todo y que la expresión es probablemente la cosa más valiosa que tienes. Tu voz, tu voto, y todo lo que haces cuenta “, dijo Steven Ngo,  estudiante de Carver High School.