El cerco que divide a Estados Unidos de México está creciendo cada vez más, pese a las objeciones ambientales. Esta vez invertirán $57,7 millones a esta barrera de acero en San Diego.

“Parece ser un despilfarro de dinero de donde no se obtendrá mucho debido a que los inmigrantes de cualquier forma cruzan”’ dijo Char Miller, director del programa de análisis ambiental de Pomona College. “Esta fue una decisión política que no tomó en cuenta el medio ambiente”.

Grupos ambientalistas dijeron que este proyecto de construir esta cerca perjudicaría el desierto de Otay. Mientras que los contratistas tuvieron que cortar carreteras, quitar piedras y rocas para poder construir esta gran cerca que consiste en postes de 4 pulgadas con placas de metal y acero, con una altura de 15 pies.

“No se necesita una barrera de tal magnitud cuando la tierra es la barrera más grande y física que los inmigrantes enfrentan en los desiertos”, dijo en 2006 Richard Kite, en ese entonces portavoz de la Patrulla Fronteriza. “Si alguien es capaz de escalar las montañas de Otay en el desierto va a ser capaz también de escalar esta pared de 15 pies, no hay gran diferencia”, agregó.

Así reportó Los Angeles Times