Dos jóvenes fueron deportados al día siguiente de que un oficial de la Patrulla Fronteriza los detuvo por supuesto exceso de velocidad, en Tucson (AZ).  Sin embargo, fueron traídos de regreso a Estados Unidos tan rápido como fueron deportados, y como dato inusual, la Patrulla Fronteriza reconoció el error.

Óscar Valenzuela, de 18 años, y Abel Castellón, de 15, fueron detenidos cuando al parecer rebasaron a un oficial de la Patrulla Fronteriza, mientras regresaban a casa después de un partido escolar de fútbol.

“El oficial dijo que no teníamos número de Seguro Social y que nos iba a deportar”, dijo Valenzuela en inglés y sin acento latino. Después de pasar la noche en un centro de detención fueron deportados a la mañana siguiente a Nogales, Mexico.

“Nos presionaron para que firmáramos una salida voluntaria en español, pero no lo hicimos”, dijo Valenzuela.

El Encargado de Protección del Consulado Mexicano en Tucson, Jacobo Téllez, dijo que un oficial de la Patrulla Fronteriza lo contactó para decirle que la deportación de los jóvenes había sido un error. El oficial dijo que los hermanos debieron haber sido llevados con un juez en lugar de ser deportados, ya que no firmaron una salida voluntaria.

Posteriormente los hermanos fueron recogidos por un agente del Consulado mexicano y un oficial de la Patrulla Fronteriza, en Nogales (AZ), para ser llevados de regreso a su casa en Tucson.

De acuerdo con el portavoz de la Patrulla Fronteriza, Mario Escalante, los hermanos fueron “readmitidos a Estados Unidos de manera sorpresiva” y gracias a la colaboración del Consulado mexicano. “Hubo un error y se hará una investigación”, agregó.

Los hermanos, que enfrentan un futuro incierto en Estados Unidos, llegaron por primera vez a al país cuando tenían tres y un año. Abel no recuerda haber cruzado la frontera cuando era niño.

Así reportó Think Mexican