El Tribunal de Impuestos de EE.UU.
decidió que las operaciones de cambio de sexo estarán libres de
gravámenes, lo que el colectivo Defensores y Simpatizantes de Gays y
Lesbianas (GLAD, por su sigla en inglés) calificó el miércoles como una
"victoria".

La sentencia del tribunal, la máxima autoridad en materia
tributaria en Estados Unidos, señala que definir "cosmética" la
intervención es "como mucho una caracterización superficial de las
circunstancias que es rigurosamente rebatida por evidencias
médicas".

Rhiannon O'Donnabian, una mujer que nació hombre, demandó al
Internal Revenue Service (IRS, por su sigla en inglés) por negarse a
devolverle 5.000 dólares por sus gastos médicos de una operación
quirúrgica de sexo que costó 25.000 dólares.

El colectivo GLAD, que trabaja desde Nueva Inglaterra, representó
con sus abogados a O'Donnabian, para rebatir a la institución
estatal, que alegaba que la operación era una cuestión de cosmética,
"pero no una necesidad médica".

O'Donnabian sufría desde los ocho años un Desorden de Identidad
de Género (GID, por su sigla en inglés), del que fue diagnosticada
médicamente a los 52 años. Cinco años después, recibió tratamiento
de hormonas y fue operada de cambio de sexo.

"Estoy más que feliz, no sólo por mí, sino por otras personas
transexuales. Merecemos respeto e igualdad en nuestra asistencia
médica y por parte nuestro Gobierno", señaló en un comunicado
O'Donnabian, que ahora tiene 65 años.

Según la Asociación Médica de Estados Unidos, entre 1.600 y 2.000
personas reciben tratamiento y son operadas por cambio de sexo cada
año en Estados Unidos.