El ministro brasileño de Exteriores, Celso
Amorim, aseguró hoy que "Haití no puede vivir eternamente de la
ayuda" sino que necesita reestructurar su economía, para lo que
confía que prospere su propuesta de eliminar los aranceles a los
productos haitianos durante un plazo de 15 ó 20 años.

"Haití no puede depender eternamente de la ayuda. Necesita mucha
ayuda y la necesitará por mucho tiempo, pero necesita también que la
economía se estructure de una manera propia y, obviamente, para eso
es necesario tener mercado", explicó Amorim tras reunirse en París
con la directora general de la UNESCO, la búlgara Irina Bokova.

El canciller llegó a París tras participar en el Foro Económico
de Davos, donde propuso que los países que estén en condiciones de
hacerlo ofrezcan un "arancel cero" a los productos haitianos porque
"es importante pensar que los países también necesitan incentivos
económicos", subrayó.

"Creo que (la propuesta) tuvo buen eco. Por lo menos, el director
general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy,
se interesó mucho", afirmó el ministro, quien agregó que "ahora
tendremos que ver cómo debe avanzar".

La reconstrucción de Haití fue uno de los asuntos que abordaron
el canciller brasileño y la máxima responsable de la Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), quienes también trataron de la candidatura de Río de
Janeiro a la lista de Patrimonio de la Humanidad que elabora la
agencia de la ONU.

"A medida que avanza la reconstrucción, todo lo que tenga que ver
con la identidad nacional, la cultura, el propio orgullo" nacional
constituyen materias en los que la UNESCO quiere participar, explicó
Amorim.

Mañana, el canciller inaugurará el seminario sobre desarme
nuclear "Global Zero", que reunirá a expertos, políticos y
celebridades, tres meses antes de que se celebre la Conferencia de
Revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) de armas nucleares,
que tendrá lugar en la sede neoyorquina de Naciones Unidas.