LIVE STREAMING

El hartazgo sacó a la gente a la calles

MORE IN THIS SECTION

House Approves TikTok Bill

the Latino Parents’ Concerns

Cargos por ser demostrados

Temporary Protected Status

The Economy is Stuck

A Great Win For Small Biz

Good Bye To A Problem Solver

Resources to Fight Addiction

SHARE THIS CONTENT:

LOS QUE MERECEN la corona son los líderes comunitarios del calibre de Willy Velásquez, Edward Roybal, César Chávez, Dolores Huerta, Vilma Martínez, Ignacio E. Lozano y un ejército de personas más que en su momento y en su tiempo lucharon por las causas nobles del pueblo latino radicado en Estados Unidos. Archivo AL DÍA.

 

Miles de latinos se lanzaron a la calle a protestar. Los acompañaron miles de inmigrantes de otros orígenes. Salieron también sus familias, amigos y simpatizantes con su causa de todas las razas y colores. Fue una concentración multitudinaria. Apoteótica. Histórica. Los estimados indican que la multitud rondaba entre los 700.000 y un millón de personas.

Muchos se han querido acreditar el éxito. Otros han coronado a personajes de medios latinos como los grandes impulsores de la masiva demostración.

Ni unos ni otros. El verdadero héroe fue el pueblo latino mismo y los millares de personas que en el curso de la historia de los latinos en Estados Unidos han luchado por las causas nobles de su gente.

El niño aprende a caminar y correr cuando siente la confianza de poder hacerlo. El pueblo latino salió a las calles  en el 2006 porque sentía confianza, porque sabía que podía hacerlo. Fue un gesto de crecimiento y realidad política en este país. Fue una expresión pública y política de su tiempo y momento histórico.

Quienes desconocen la realidad de la comunidad latina en Estados Unidos con facilidad pueden identificar al personaje más visible que sobresale en sus esfuerzos por una causa. Pero desconocen que dicho personaje habla desde la tribuna erigida con el esfuerzo de gigantes.

Gigantes del calibre de Willy Velásquez, Edward Roybal, César Chávez, Dolores Huerta, Vilma Martínez, Ignacio E. Lozano y un ejército de personas más que en su momento y en su tiempo lucharon por las causas nobles del pueblo latino radicado en Estados Unidos y que pacientemente fueron sentando las bases sólidas y fuertes sobre las cuales otros pueden lograr triunfos que empoderen a la comunidad latina en general. Ellos son los que merecen la corona. Son ellos los verdaderos héroes de los movimientos de los años 20, 70, 80, los 90, y el 2006. Son los grandes desconocidos. Son los impulsores auténticos que lucharon por años recibiendo poco o nada en retorno.  La suya fue una labor totalmente desinteresada, auténtica, genuina.

El verdadero héroe de 2006 fue también el pueblo latino mismo. El hartazgo lo impulsó a la calle. Sí, escucharon el llamado de La Opinión, Univisión, el Piolín, y muchos otros líderes comunitarios. Pero fue el hartazgo lo que los motivó. Fue la seguridad de su causa y la fuerza que sintieron con los avances y logros políticos y sociales de la comunidad latina en el país. Las marchas masivas no pudieron darse en esas cantidades en los año 70, ni en los 80, ni en los 90. Los avances políticos, judiciales de los latinos no se habían solidificado lo suficiente en el país. Y esos logros se deben al trabajo de muchos y muchos héroes anónimos unos, conocidos otros, en la comunidad latina.

El hartazgo se da porque el presidente George W. Bush no cumple con su promesa de una reforma migratoria, como lo prometió a su homólogo mexicano Vicente Fox tras su primera reunión en Guanajuato. Prometieron la aprobación de “toda la enchilada”.

La enchilada se hizo chilaquiles tras los ataques del 9 de septiembre de 2001 a las torres gemelas en Nueva York. Estados Unidos comenzó a cerrar más sus fronteras y a buscar chivos expiatorios. Se comenzaron a atacar los derechos civiles de las personas y se inició un retroceso en los logros hechos en ese frente.

Inmigrantes legales convictos de un delito comenzaron a ser deportados a sus países de origen. Esto envío una descarga de nerviosismo al seno de la comunidad latina. Muchos de sus integrantes fueron deportados, separados de sus familias.

Vino después el congresista republicano Jim Sensenbrenner con su iniciativa de ley que por primera vez en la historia del país criminalizaba el acto de cruzar la frontera sin documentos migratorios. Su propuesta fue aprobada en la Cámara de Representantes en una forma inusualmente rápida. Afortunadamente no pasó a ser ley porque el Senado no tomó acción alguna. Pero el mensaje y daño profundo ya había sido transmitido al corazón mismo de la comunidad latina.

Se hicieron nuevos intentos por reformar las leyes de inmigración en el Congreso, pero los componentes de legalización fueron bombardeados con discursos racistas en la radio en inglés, y en la prensa escrita.

Las marchas de 2006 en diferentes puntos del país nacen y se dan en este contexto histórico. El pueblo latino está harto del trato. Exige. Sale a la calle. Eleva su voz. Hace sentir su presencia. Pero en razón del momento y las circunstancias políticas que requerían, justificaban y permitían una expresión pública de esa magnitud.

¿En el 2010 podrán darse marchas multitudinarias como las del 2006? Nadie lo sabe. El pueblo latino mismo tomará la decisión cuando llegue la oportunidad. Considerará su crecimiento comunitario al igual que su peso político al momento de actuar. Buscará la forma más efectiva para expresar su sentir. Y en esa ocasión, espero que sepan escuchar a los líderes y organizaciones comunitarias responsables con sentido de historia e interés común.

*J. Gerardo López es un periodista independiente radicado en Los Angeles. [email protected]

  • LEAVE A COMMENT:

  • Join the discussion! Leave a comment.

  • or
  • REGISTER
  • to comment.
  • LEAVE A COMMENT:

  • Join the discussion! Leave a comment.

  • or
  • REGISTER
  • to comment.