El reciente
decomiso de marihuana, cocaína y dinero en efectivo de las
autoridades de Carolina del Sur dio inicio a una "guerra" para
desmantelar redes de tráfico de drogas de los cárteles mexicanos.

"Esto es sólo el inicio. Nos estamos preparando para combatir a
éstos criminales que traen violencia. Es una guerra que debemos
ganar", afirmó a Efe el capitán Roger Heaton, de la División Estatal
de Cumplimiento de la ley de Carolina del Sur (SLED).

Agentes locales y estatales allanaron el pasado 14 de enero tres
viviendas en Columbia, capital del estado, donde encontraron en una
de ellas más de 2.000 libras de marihuana, un kilo de cocaína, y 1,5
millón de dólares.

La única persona arrestada, el mexicano Celso Soriano Vásquez, de
23 años y quien poseía un arma de fuego, fue relacionado con uno de
las organizaciones delictivas de su país que tiene operaciones en
las Carolinas y Georgia.

Heaton enfatizó que la operación comenzó luego de recibir
información anónima que resultó en la detención el día anterior de
un hispano -aun no identificado- por cometer una infracción de
tránsito en la ciudad de Greenville, al oeste del estado.

En el interior del vehículo se encontraron 40 kilos de marihuana
y 14.000 dólares.

"No nos detuvimos allí. Seguimos con la investigación hasta
encontrar las ordenes de allanamientos de las viviendas donde fueron
incautados varios paquetes de marihuana de 20 libras cada uno a un
valor de mil dólares por libra", enfatizó el capitán.

El alguacil Leon Lott, del condado Richland, cercano a Columbia,
y donde se realizó el decomiso, dijo que ese había sido el "más
grande" realizado hasta el momento en el área.

"La guerra de los cárteles mexicanos nos está impactando todos
los días en Columbia", enfatizó Lott.

Heaton estima que el total de la droga confiscada y el dinero en
efectivo asciende a cuatro millones de dólares.

La presencia de los cárteles mexicanos en Carolina del Sur se
remonta al 2007 cuando varios miembros de la organización "La
Familia" fueron detenidos como parte de un operativo nacional.

"Dimos un duro golpe a una de estas organizaciones y no
terminamos aquí. Habrán más detenciones los próximos días", añadió
Heaton a Efe.

SLED trabajará en conjunto con la Dirección Estadounidense
Antidroga (DEA) para interceptar a los cabecillas de esta operación.

Algunos líderes de la comunidad hispana de Columbia mostraron
preocupación ante la proliferación de arrestos de inmigrantes por
drogas.

"Desafortunadamente siempre encontramos una manzana podrida en
cada grupo pero hay millones de hispanos que hacen lo correcto:
trabajan, pagan impuestos, compran casas, y contribuyen a la
economía del país", afirmó a los medios el padre Alfredo González,
del Ministerio Hispano de la Iglesia Episcopal San Mary en Columbia.

Las Carolinas se han convertido en el "nuevo corredor" de drogas
producidas y distribuidas por los cárteles mexicanos para el sureste
del país.

El experto de SLED resaltó que los traficantes prefieren las
zonas rurales y lugares con no tanta presencias de agentes del deber
como lo son las ciudades de Carolina del Sur para evitar ser
descubiertos.

Sin embargo, varias agencias estatales y federales como el
Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), DEA, y las divisiones del
orden público de ambos estados, han estado colaborando mutuamente
para rastrear a los traficantes y desmantelar sus operación.

En 2009, se llevaron a cabo varias operaciones en ambos estados
tanto en zonas residenciales, autopistas interestatales, y áreas
rurales de difícil acceso.

Las autoridades estiman que las drogas mexicanas pasaban por
Carolina del Norte y Carolina del Sur para llegar a su destino final
en Atlanta (Georgia), una de las principales ciudades para las
operaciones de los cárteles mexicanos de estupefacientes.