La Administración del presidente
Barack Obama prepara "sanciones contra elementos selectos" del
Gobierno iraní, lo que supone la adopción de una actitud más
agresiva hacia Teherán, indicó hoy el diario The Washington Post.

El diario cita como fuente de su información a funcionarios
estadounidenses que no identifica, y señaló que "diez meses después
de que Obama fijó un plazo hasta fin de año para que Irán cooperará
sobre su programa nuclear, el Gobierno de Teherán no ha respondido
de manera adecuada".

La Cámara de Representantes aprobó hace dos semanas nuevas
sanciones contra Irán y las empresas que realizan negocios con su
Gobierno, como castigo porque Teherán sigue adelante con su programa
nuclear. El Senado aún no ha fijado fecha para votar la medida.

El Poder Ejecutivo puede imponer su propio esquema de sanciones.

"Ahora, en lo que puede ser un difícil equilibrio, el Gobierno
(de EE.UU.) quiere apuntar cuidadosamente sus sanciones", añadió el
diario.

"El propósito de cualquier sanción es forzar al Gobierno de Irán
a que negocie (sobre su programa nuclear) sin castigarlo porque
continúe con ese programa o por la forma en que trata a su
ciudadanía".

Sin que todavía haya anunciado públicamente sus sanciones el
Ejecutivo estadounidense "ya ha adoptado un tono mucho más severo
hacia Irán, en parte por la represión en ese país de las
manifestaciones contra el Gobierno".

Según el Post "las sanciones se impondrían por tres vías: en el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, junto con países que
tienen posiciones similares, y de forma unilateral, y EE.UU. las
promovería de manera más o menos simultánea con un énfasis inicial
en la ONU en febrero".

El diario recordó que "Francia, que favorece una presión más
firme sobre Irán, ocupará la presidencia de turno del Consejo de
seguridad de la ONU ese mes".

"Los detalles precisos de las sanciones de la Administración
Obama todavía están bajo discusión pero a la cabeza de la lista
figuran el Cuerpo de Guardia Revolucionaria Iraní, la rama de las
fuerzas armadas más involucrada en los ataques contra los
manifestantes", según el Post.

Esa organización militar, además y según el Post "desempeña un
papel cada vez mayor en la economía de Irán".

Ya en 2007 el Gobierno del presidente George W. Bush identificó a
la Guardia Revolucionaria y un grupo de compañías por sus vínculos
con el terrorismo y la proliferación nuclear "incluido un
contratista prominente, Khatam al Anbiya, que han canalizado miles
de millones de dólares cada año hacia la Guardia por sus actividades
en la industria petrolera, la construcción y el transporte".