Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, la política de George W. Bush se enfocó en atacar cuanto vestigio de terrorista hubiera en el mundo, incluso pasando por alto leyes internacionales.

Uno de sus programas más polémicos fue el conocido como "entregas extrajudiciales", que consistía en la captura de sospechosos de terrorismo en cualquier lugar del mundo y su inmediata reclusión en centros clandestinos regados por todo el mundo.

No se sabe cuántas de estas cárceles ilegales funcionaron en Europa, pero Lituania dio un paso al revelar que en su territorio  funcionaron dos centros clandestinos administrados por la  CIA, en donde estuvieron detenidos al menos ocho personas sospechosas de terrorismo entre 2004 y 2005.

 Así reportó La BBC