Hace unas cuantas semanas, al dejar abruptamente su puesto con CNN, plataforma de cada noche para la perspectiva anti-inmigrante de Lou Dobbs, los grupos cívicos latinos estaban que no cabían en sí. Declararon un éxito su campaña contra Dobbs, llamada “Drop Dobbs”. El último de los originales locutores de CNN dejó la red se reporta con una recompensa de ocho millones de dólares.

De inmediato Dobbs comenzó a hacer la ronda, saliendo en otros programas, incluyendo Today y The Daily Show (en el que Jon Stewart contratara a un grupo de mariachis para hacerle la serenata).

A continuación, el 20 de noviembre Dobbs salió en una entrevista en vivo en el programa Al Rojo Vivo, de Telemundo. Locutora María Celeste presentó a Dobbs, y me quedé boquiabierto cuando se disculpó por no poder hablar con ella en español. ¡Esto de un hombre que ha respaldado leyes de English-Only y quien de manera regular reñía con los que osaran hablar español en su Estados Unidos!

Me reí cuando Celeste mencionó lo bajo que había caído Dobbs según la comunidad latina. Dobbs respondió que esto lo dudaba y Celeste le disparó, “Confíe en mí, en el mundo hispano, a usted muchos lo consideran el enemigo número uno”.

Celeste cuestionó a Dobbs sobre las falsedades que presentaba en su programa, como el que alegara que los inmigrantes ilegales fueran responsables de un brote de lepra.

Dobbs le echó la culpa a su corresponsal por tal afirmación tan crasamente falsa.

Y en cuanto a lo que alegara que los inmigrantes ilegales comprenden un tercio de la población encarcelada a nivel federal.

Dobbs respondió que era “un error de redondear” [los números].

Negó, además haber dicho que el alguacil de Arizona, Joe Arpaio, fuera “un modelo para todo el país”.

En realidad esto sí lo dijo.

Dos veces Dobbs mencionó que apoyaba un plan de legalización de los trabajadores indocumentados en los Estados Unidos – ¡la misma “amnistía simulada” (su término en inglés: ‘shamnesty’) que viene denunciando hace años!

En referencia a los estimados 12 millones de trabajadores indocumentados del país, dijo Dobbs, “Nos hace falta la habilidad de legalizar a inmigrantes ilegales bajo ciertas condiciones”.

Fueron asombrosas estas declaraciones. Ninguna figura pública se ha presentado más rabiosamente contra la amnistía que Dobbs, y su tema predilecto ha sido la inmigración ilegal.

Al final de la entrevista, Celeste le preguntó a Dobbs si tuviera algo que quisiera decirle a la comunidad hispana.

Como respuesta, Dobbs dijo, “Lo que hayan pensado de mí en el pasado, les puedo decir desde este momento que yo soy uno de sus mejores amigos y lo que quiero es que trabajemos juntos”.

Entonces, tras años de poner de villanos a los inmigrantes, saboteando una reforma comprensiva, burlándose de los grupos de defensa latina, ¿ahora Dobbs es nuestro amigo? ¿A qué se debe tamaño cambio de parecer?

La respuesta es: a la política.           

Dobbs está considerando lanzarse como candidato al escaño del Senado estadounidense que ocupa actualmente el demócrata Robert Menéndez en Nuevo Jersey.  Menéndez es el solo miembro hispano del Senado. Se ha especulado también que Dobbs tiene en la mira lanzarse como candidato independiente en la campaña para presidente del año 2012.          

El revés que dio Dobbs sobre la amnistía tiene sentido si se considera que Nuevo Jersey tiene la novena población más grande de latinos en el país. De acuerdo con el Centro Pew, hay 1,4 millones de hispanos en ese estado.          

Menéndez no parece estar preocupado. Su vocero le dijo a The Wall Street Journal que “el enfoque del senador es sobre el empleo, no sobre Dobbs”.           

El revés de Dobbs sobre la legalización de los trabajadores indocumentados sugiere una falta de integridad alarmante. Es un intento patente por atraer a los latinos, ahora que puede tener necesidad de nuestro apoyo. Su nueva posición de hecho dejará perplejos a sus hinchas conservadores.           

Yo me pregunto si Dobbs creyó alguna vez su propia retórica contra el inmigrante, o si fue sencillamente una manera de entrar en el sentido de xenofobia popular. De cualquier forma, todo esto me resulta profundamente cínico.  Lo que espero es que Dobbs se aleje de la televisión y de la urna.           

Raúl Reyes es abogado en Nueva York. Comuníquese con él a: [email protected]

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