Los uruguayos acudieron el domingo a las
urnas para elegir a su presidente para los próximos cinco años entre
el candidato izquierdista José Mujica, el favorito, y el conservador
Luis Alberto Lacalle, en unos comicios que se desarrollan de forma
tranquila, solamente amenazados por las lluvias.

En solo cuatro horas, desde que abrieron los colegios electorales
a las 08.00 horas locales (10.00 GMT) hasta mediodía, el 47 por
ciento de los 2.563.285 uruguayos habilitados para votar ya había
emitido acudido a mesas de votación, que son 6.868 en todo el país y
están controladas por 48.451 funcionarios públicos.

El único punto negro del día es la alerta naranja decretada por
la Dirección Nacional de Meteorología, que pronostica abundantes
lluvias, vientos que pueden llegar a los 100 kilómetros por hora y
granizada para la mayor parte del territorio uruguayo, lo que puede
agravar las inundaciones registradas en los últimos días.

En los departamentos de Salto, Paysandú, Treinta y Tres y Soriano
hubo retrasos en la apertura de algunos colegios electorales rurales
debido a que no se podía acceder debido a las inundaciones.

Los siete helicópteros que el Ministerio de Defensa Nacional puso
a disposición de la Corte fueron utilizados el sábado para el
desplazamiento de funcionarios y material electoral a algunas zonas
de Salto y Treinta y Tres.

Hoy sólo se precisó este servicio para arribar a un colegio
electoral de Colonia Gutiérrez, en el departamento de Paysandú, que
comenzó su actividad con una hora y media de retraso.

Las inclemencias meteorológicas, que han dejado al menos tres
muertos en los últimos días y que ya han comenzado a sentirse en
Montevideo con una lluvia intermitente, contrastan con la atmósfera
de concordia reinante en la arena política.

El candidato del conservador Partido Nacional, el ex presidente
Lacalle (1990-1995), al que las encuestas condenan a la derrota por
una diferencia de diez puntos respecto a Mujica, afirmó hoy desde su
casa en Carrasco, un barrio residencial de la capital, que llamará a
su rival tras la elección.

En otro momento del día, incluso intercambió saludos con
simpatizantes izquierdistas que lo abordaron en la vía pública,
según las emisoras de radio locales.

Lacalle, de 68 años, no se da, sin embargo, por vencido y este
sábado aseguraba tener "una posibilidad cierta" de ganar, con una
encuesta privada de última hora en la mano, según la cual se había
achicado la distancia con Mujica.

En los últimos sondeos, difundidos el jueves, el candidato del
izquierdista Frente Amplio, de 74 años, contaba con cerca del 50 por
ciento de los votos, frente al 41 por ciento de su contrincante
conservador.

Mientras Lacalle anunció que sufragará por la tarde, Mujica ya
depositó su voto hoy muy temprano en un colegio de la capital, en
una zona humilde como su origen social, aspecto que ha redundado en
un fuerte apoyo popular al candidato de la izquierda.

Al hacerlo, el ex ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca
afirmó que lo hacía "pensando en algunos que ya no están", en
referencia a compañeros de causa fallecidos.

Mujica permaneció trece años en prisión, la mayoría de ellos
durante la dictadura militar (1973-1985), por su pasado turbulento
como guerrillero tupamaro.

Pese a su comentario de hoy, el candidato izquierdista dejó claro
este sábado que respetará la decisión popular de no anular la Ley de
Caducidad, que puso un velo sobre los crímenes de la dictadura con
el restablecimiento de la democracia.

Los ciudadanos se mostraron contrarios a anular la ley en un
referéndum celebrado el pasado 25 de octubre, durante la primera
vuelta electoral.

Casi al mismo tiempo que votaba Mujica, el gobernante saliente
uruguayo, el socialista Tabaré Vázquez, hacía hincapié en el clima
de entendimiento político en Uruguay, en contraposición con la
situación de Honduras, donde hoy se celebran también comicios
presidenciales.

"Aunque parezcan similares" los dos procesos electorales "están
en el polo opuesto", afirmó antes de depositar su voto en Montevideo
el primer presidente de izquierda de la historia en una nación con
hegemonía del centro-derecha y del Partido Colorado, actualmente en
horas bajas.

Las mesas electorales permanecerán abiertas hasta las 19.30 local
(21.30 GMT) con la posibilidad de que el horario se extienda una
hora más en caso de que quede gente por votar a la hora de cierre.

Para entonces se esperan los resultados extraoficiales de los
sondeos a pie de urna. Aproximadamente dos horas después comenzarán
a difundirse los oficiales, según las previsiones de la Corte
Electoral.