Imagine arriesgar su vida por el país que ama al unirse a las Fuerzas Armadas, regresar después de servir su tiempo en el extranjero sano y sano, con un trabajo esperando.

Lamentablemente, este no es el caso de muchos veteranos que han servido a nuestro país. La realidad es que algunos de los soldados que regresan a los Estados Unidos se sorprenden al ver que la vida civil es completamente diferente a lo que habían esperado.

Tal es el caso de Kenny Dockery, quien era parte de la Operación Libertad Duradera en Afganistán durante la Guerra Global contra el Terrorismo.

“La transición no fue fácil, nos dio duro. El no estar en combate y luego volver y ser responsable no sólo de ti mismo, sino de tu familia es demasiado”, dijo.

Mientras que Joshua Dillinger, que pasó 13 años en las Fuerzas Armadas en servicio, incluyendo una gira por Afganistán y dos giras en Irak, comparte el mismo sentimiento.

“Estás acostumbrado a dar o acatar órdenes, y reajustarte de un estilo de vida militar a un estilo de vida de civiles, toma un poco de tiempo”, dijo.

Para William J. Eves, un veterano de la guerra de Vietnam, fue especialmente difícil para readaptarse a la vida civil debido al hecho de que la mayoría de los ciudadanos estaban en contra de esa guerra.

“Fue muy difícil porque en ese momento la opinión pública estadounidense era hostil hacia los veteranos de Vietnam. Ni siquiera usábamos uniformes cuando llegamos a casa, ya que nos escupían y nos llamaban asesinos de bebés y cosas de esa naturaleza”, dijo.

Sin embargo para Dockery y Dillinger, a pesar de que también formaron parte de una guerra en la que la mayoría de los estadounidenses estaban en contra hasta el día de hoy, no tienen que preocuparse por la hostilidad de la opinión pública. Para ellos, la parte más difícil de llegar a casa era encontrar un trabajo, además de la presión de cuidar de sus familias. Le tomó a los dos cerca de un año encontrar empleo.

“Definitivamente no era lo que yo esperaba. Pensé que las cosas iban a ser mucho más fácil de lo que eran. Vienes con un plan, pensando que ya conseguiste el trabajo que esperabas, y a veces simplemente no funciona de esa manera. Se puede volver muy frustrante”, dijo Dillinger.

Dockery, por otra parte, pensaba que merecía algo mejor.

“Se siente como si con todo lo que has hecho por tu país te debería servir de algo, pero eso no es siempre el caso”, dijo.