El jefe en la isla de la Oficina Federal
de Investigaciones (FBI), Luis Fraticelli, descartó el viernes el sabotaje
o un acto de terrorismo como causas del incendio de la refinería de
la Caribbean Petroleum Corporation (CAPECO) en Puerto Rico, causado
por un derrame de combustible.

"No fue ni terrorismo ni sabotaje", dijo Fraticelli en
conferencia de prensa en la Fortaleza -residencia del gobernador-,
tras aclarar que el incendio se originó por el derrame de
combustible de uno de los tanques de la refinería de Cataño, situada
a unos diez kilómetros de San Juan.

Fraticelli, después de aclarar que no se darán todavía detalles
concretos de la causa del incendio por estar en marcha la
investigación, explicó que hubo un derrame de combustible mientras
era llenado uno de los tanques.

Aclaró que parte del combustible derramado entró en el drenaje de
agua que conduce hacia una planta de tratamiento, donde se
acumularon gases y se produjo la explosión.

Fraticelli indicó que para producirse el incendio se tuvo que
generar, como último paso, una chispa, que fue provocada por una
fuente de energía que no especificó y que dijo se investiga en estos
momentos.

El jefe del FBI en la isla explicó que tras los análisis no se
encontraron restos de explosivos en lo que queda de refinería y que
el daño ambiental deberá ser todavía evaluado, después de insistir
en que proporcionar más detalles podría entorpecer la investigación.

Por su parte, el jefe en Puerto Rico de la Oficina Federal de
Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF), Marcial Félix, indicó que
los investigadores indagan sobre tres hipótesis que podrían haber
hecho prender la chispa, pero no las mencionó.

Félix, que subrayó que en la investigación trabajan un total 169
agentes del FBI y 72 más del ATF que dirige en la isla, matizó que
no se descarta que el incendio se pudiera haber generado por la
negligencia de un empleado de la CAPECO.

Al igual que Fraticelli, insistió en que, de momento, no se
proporcionará más información, para no entorpecer la investigación,
tal y como establecen las leyes federales bajo las que está
supeditada la investigación.

El secretario de la Gobernación , Marcos Rodríguez-Ema, dijo por
parte del Ejecutivo que se utilizarán todos los medios al alcance
del Estado para recuperar lo perdido en el incendio, en el caso de
que se demuestre la responsabilidad de la compañía.

Rodríguez-Ema recordó que el Departamento de Justicia de Puerto
Rico tiene la misión, encargada por el propio gobernador Luis
Fortuño, de poner todos los medios disponibles para exigir
responsabilidades a los hipotéticos causantes -en el caso de
demostrase negligencia- del incendio.

"Todos los daños serán resarcidos", sostuvo, tras incidir en que
se dará prioridad a resolver, en primer lugar, los posibles
problemas medioambientales derivados del incendio.

Una potente explosión ocurrida poco después de la medianoche del
pasado jueves 22 en los tanques de la refinería de la Caribbean
Petroleum Corporation en Cataño, en las cercanías de San Juan,
provocó un incendio de grandes proporciones que causó heridas a dos
personas, sin tenerse que lamentar víctimas.