HOUSTON – El acuerdo resultante de un juicio pendiente contra Google bien podría afectar el aprendizaje y la docencia a nivel mundial. En lo que entré al recinto de la Universidad de Houston para visitar a mi amigo, el profesor Nicolás Kanellos, no pude sino preguntarme cómo esto podría afectar la misión de vida que tiene él. Kanellos se ha pasado su vida adulta en la elaboración de Arte Público Press, el editor más grande estadounidense de literatura hispana contemporánea y recuperada.

    Google y sus asociados deben entregar para el 9 de noviembre una conciliación rectificada para la aprobación preliminar del juez federal de distrito, Denny Chin. Google y representantes del Authors Guild y la Association of American Publishers previamente habían llegado a un acuerdo referente a los libros que había escaneado Google de las bibliotecas universitarias. Luego les hicieron juicio por infringir los derechos de autor.  Cientos de autores, académicos, bibliotecarios, grupos de interés público, y potenciales competidores se opusieron a Google. En septiembre se llegó a un acuerdo, pero se presentó el Departamento de Justicia y recomendó que el tribunal lo rechazara así como estaba elaborado.

    En un expediente de 32 páginas de largo, el Departamento de Justicia le dijo al tribunal que le preocupaba que el acuerdo fuera una infracción de las leyes antimonopolistas si a Google se le concediera derechos exclusivos sobre las versiones digitales de las “obras huérfanas”, las cuales comprenden las obras cuyos autores no se conocen o no son posibles de hallar.

    A pesar de estar registrando su objeción, el Departamento de Justicia dijo que quería que hubiera un acuerdo al final por lo que muchos lectores y estudiosos se beneficiarían de poder conseguir materiales originales tan difíciles de encontrar.

    Hay que imaginar lo que este acuerdo significa para los consumidores cuando es posible acceder las colecciones de cada biblioteca pública importante del país, hasta del mundo, desde la computadora personal en casa. El concepto me hizo considerar una nueva generación de intelectuales públicos, aquéllos que Infoplease.com dice muestran “distinción en su propio campo junto con la habilidad de comunicar ideas e influir en el debate”.

    El grupo de Kanellos está envuelto en la vasta recuperación de la herencia literaria hispana que hasta ahora el bramido nacional ha suprimido. Sus materiales están resultando ser cruciales para comprender nuestra cultura. Su proyecto ya ha recuperado unos 2 millones de artículos periodísticos del dominio público. Están a la disposición de los investigadores y del público interesado.

    “No le veo mucho problema a eso”, me dijo Kanellos de la posibilidad que Google fuera a competir con su proyecto. Es que las publicaciones y materiales que él encuentra muchas veces son de tirada tan reducida y están en lugares tan recónditos – en áticos, en bibliotecas y colecciones privadas – que los escaneadores de Google no los encontrarán. La labor verdaderamente difícil no es convertir el material en materia digital, sino en la búsqueda y la recuperación y la extracción de datos que realizan Kanellos y su grupo antes que exista algo por lo que Google y otros se puedan pelear.

    El trabajo que hace Arte Público es tan vasto que rápidamente se está rebozando de sus despachos universitarios, ocupando actualmente dos pisos de un edificio. Se proyecta que a fines del año entrante tendrá su sede en un edificio propio. No obstante, Kanellos concuerda en que dónde y cómo conseguimos información está transformando el paisaje educativo y el de la mente de los que aprenden.

    Él percibe que el papel de los profesores se transforme en el de entrenadores que guíen a los estudiantes a evaluar el tipo y la calidad de sus fuentes de información. Lamenta la pérdida de la sensación de tener en las manos un libro que leer de un lector digital.

    En realidad, la experiencia de la biblioteca universitaria – quién no recuerda quedarse dormido a altas horas de la noche en un pupitre al lado de pilas de libros – se ha perdido ya. Los estudiantes ahora se duermen sobre sus propios pupitres en casa, conectados a la biblioteca de donde retiran digitalmente obras de referencia. Llevan cursos por internet. Algunos ni ven en vivo a un profesor. Los webcast son la experiencia de capacitación que ya recibe la nueva generación.

    Es posible que el reto sea otro que el que me había imaginado. Sin contacto físico y con las entrevistas estadísticas convirtiéndose en el argumento, el reto se trata de la transformación de la realidad. Los intelectuales de la investigación le pueden dar a la vida cotidiana una nueva imagen, un nuevo sonido, parecido a un juego de acción por computadora.

    Las humanidades se convierten en historia y literatura virtuales. Los momentos existenciales de la vida se convierten en una puerta que contiene lo desconocido. Uff. Baf. Toma eso. Investiga lo otro.

[José de la Isla, cuyo último libro se encuentra en versión digital gratuita en www.DayNightLifeDeathHope.com, redacta un comentario semanal para Hispanic Link News Service. También es autor de The Rise of Hispanic Political Power (2003). Comuníquese con él a: [email protected]].

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