La respuesta fue “no”. La pregunta había sido si la serie de documentales de CNN “Latino in America” incluía a Lou Dobbs, el anti-inmigrante de ese canal.

La respuesta fue de Soledad O’Brien, periodista a cargo de la serie y quien ha evadido el tema, como lo han hecho en general los periodistas y productores de CNN.

¿Qué deben hacer los latinos con respecto a Lou Dobbs? Le preguntaron en un foro a O’Brien. Ella contestó: “Lo que nosotros deberíamos es mirar y apoyar las descripciones positivas de latinos como ‘Latinos in America’?”.

Lou Dobbs se ha dado a conocer por sus comentarios racistas, anti-inmigrantes y por su retórica de odio, lo cual ha generado al menos tres campañas en su contra.

Algunas buscan que lo despidan de CNN, otras que el programa sea catalogado como de opinión y no un periodístico, y hay una iniciativa enfocada a que las empresas patrocinadoras retiren la publicidad a su programa.

Roberto Lovato, líder de la campaña BastaDobbs, pasará de ser la “pulga” que molesta a  Lou Dobbs, a ser un invitado en el programa del controversial locutor. Pero solamente si Dobbs también invita al presidente de CNN, Joe Klein, al programa.

En respuesta a un correo de invitación que recibió el miércoles de los productores del Lou Dobbs Show, Lovato dijo que la presencia de Klein era su única condición para aparecer en el programa, “nuestro problema no es tanto con usted sino con el canal que le da una plataforma”.

En el pasado Dobbs se refirió a Lovato como la “pulga” que lo molestaba.

Indocumentada abandona santuario

La indocumentada mexicana Flor Crisóstomo abandonó la iglesia donde estuvo refugiada casi durante dos años enChicago para evitar su deportación y dijo que iniciará una nueva etapa en su activismo.

No hubo detalles sobre el actual paradero de Crisóstomo y cuál será la próxima etapa, aunque en una entrevista reciente mencionó su deseo de partir a California una vez que encontrara una organización o una nueva iglesia que le ofreciera un nuevo santuario.

El disfraz de la discordia

La venta de un “simple” disfraz de Halloween de un inmigrante indocumentado, con tarjeta “chueca” incluida, ha agitado el debate sobre la reforma migratoria, la libertad de expresión y el respeto y sensibilidad cultural hacia los hispanos en EEUU.

El disfraz en cuestión estaba compuesto por una máscara con rostro de extraterrestre con una gorra de béisbol y un poblado bigote oscuro y un conjunto naranja, además de una tarjeta de residencia permanente falsificada.