Alguna vez se ha preguntado ¿Por qué su vehículo tiembla como de miedo cuando conduce por la avenida Germantown? Es por la combinación de la carretera de cemento y los adoquines.

¿Qué son los adoquines?

Los adoquines son piedras de río que se usaban antiguamente para pavimentar calles. Están hechas de piedras de alta duración, generalmente basalto y granito.

Con el tiempo, aparecieron nuevos métodos de pavimentación más baratos, más fáciles de instalar y más suaves para conducir; así fue como en muchas calles los adoquines fueron reemplazados por el asfalto.

Sin embargo, en la avenida Germantown, las calles están forradas con adoquines todavía visibles.

“Estas piedras fueron puestas en el siglo XIX”, dijo Gene Stackhouse, un voluntario de la Sociedad Histórica de Germantown, que trabaja como historiador y genealogista.

“En el siglo XVIII habían adoquines en todo Filadelfia. En la calle donde me crié en Kensington habían adoquines hasta después de la Segunda Guerra Mundial”, agregó.

Los adoquines de Germantown son únicos, tan únicos que nadie quiso encontrar la forma  de eliminarlos.

“Estas piedras fueron colocadas por inmigrantes italianos que se especializaban en trabajos de albañilería y nadie quería ocuparse de ellas”, explicó Stackhouse.

“En cambio, fueron restauradas en los años 70, al igual que las demás calles en Filadelfia”, agregó. 

Pero no todo el mundo ha renunciado a tratar de eliminar los adoquines.

Stackhouse, quien no quiere que se mantengan los adoquines, cuenta que otros residentes locales piensan diferente, y consideran que son “pintorescos e históricos”.

“Son una molestia”, dijo Stackhouse. “Yo no conduzco en ellos en la avenida Germantown”, dijo el historiador. 

Aunque Stackhouse piensa que son un estorbo, el vecindario de Germantown es uno de los pocos que todavía conserva una calle adoquinada y en medio de la batalla sobre la posibilidad de quitarlos o no podría pasar fácilmente otro siglo más.

Adoquines e historia, aquí y allá

Construido en el siglo XVI, el Viejo San Juan es la ciudad europea más vieja de Estados Unidos, aunque raramente es reconocida como tal.

Filadelfia, la “cuna del país”, es unos pocos siglos más joven, pero también tiene unas cuantas calles que como San Juan aún están adoquinadas. En algunas de ellas, las piedras han sido restauradas para verse como nuevas, mientras en otros lugares de Philly, el pavimento se ha gastado tanto que los adoquines originales, los cuales nunca fueron removidos, comienzan a aparecerse.

La calle adoquinada quizás más conocida, y más “histórica” es la calle Chestnut, entre las calles Cinco y Seis, justo frente a Independence Hall.

Este edificio, junto con sus alrededores, es uno de ocho lugares en Estados Unidos que han recibido la designación de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, hito que comparte también con la Fortaleza del Viejo San Juan, en Puerto Rico.

Esta designación significa que son sitios tan únicos e importantes para el transcurso de la historia humana, que se pueden considerar del patrimonio de todos los pueblos del mundo.

En Filadelfia, eso es porque en esta ciudad fue donde se firmó la Declaración de Independencia en 1776, tanto como la Constitución del país, en 1787.

Y en San Juan, con sus tres millas de paredes y sus castillos que fueron construidos por los españoles para proteger su territorio y la entrada a la bahía de San Juan, la Fortaleza es patrimonio porque representa la adaptación de la arquitectura militar europea al contexto caribeño, y así la culminación de cuatro siglos de avances en ingeniería e historia política y militar.

Construidas desde comienzos del siglo XVI, son unas de las construcciones europeas más antiguas en las Américas, y definitivamente son las más antiguas de los Estados Unidos.

El Castillo La Fortaleza fue el primero, construido en 1533, y desde entonces ha sido la residencia de los gobernadores en San Juan.

El Fuerte de San Felipe del Morro, el castillo más grande y reconocido de los tres, fue construido en 1539,  y el Fuerte San Cristóbal fue construido en 1634.