Pese a la caída por segundo mes
consecutivo de la inflación interanual, Guatemala aún no entra en un
proceso deflacionario, estimaron el martes analistas económicos y
autoridades de la banca central de este país centroamericano.

El experto de la Asociación de Investigaciones Económicas y
Sociales (ASIES), Rubén Narciso, dijo que el
efecto económico que se observa en Guatemala es "casi una recesión",
algo que aún no ha sido oficializada por el Gobierno.

"Muchos indicadores muestran una caída que ha impactado en el
consumo, pero yo creo que Guatemala difícilmente continúe con eso el
siguiente mes y hasta final de año", explicó.

El descenso en la inflación, agregó el experto, "se debe más a la
caída del empleo" como consecuencia de los recortes que han
realizado muchas empresas por los efectos de la crisis económica
internacional.

En una medición realizada semanas atrás por ASIES entre más de
medio centenar de empresas, se estableció que en lo que va de este
año se han perdido un promedio de 5.000 empleos mensuales.

Sin embargo, Narciso es optimista al considerar que Guatemala no
entrará en una deflación debido a que muchos productos mantienen
alzas en sus precios, como el petróleo y sus derivados.

Además, señaló, "hay que tomar en consideración que el Índice de
Precios al Consumidor (IPC) en Guatemala, se basa en una canasta de
consumo que data de 1998".

"Eso podría no estar representando el patrón de consumo actual
del guatemalteco", por lo que "considero que no existe una
deflación, o por lo menos que se perciba de esa forma", subrayó.

El IPC, dijo, muestra un comportamiento "difícil" de analizar
porque pese al alza de los precios de los combustibles y del tipo de
cambio del dólar frente al quetzal (8,29 quetzales por un dólar),
que tienen un impacto en el consumo, éste se está desacelerando.

No obstante, manifestó, en Guatemala hay muchos mercados que no
son competitivos, por lo que es "muy difícil" que los precios se
ajusten a la baja de una forma sostenida, sino que se mantienen en
su nivel.

Por su parte, Juan Alberto González, investigador de la estatal
Universidad de San Carlos, indicó que, aunque los índices pueden ser
el inicio de un proceso de deflación, no existen condiciones para
que ésta se mantenga por más de tres meses.

"Las compras de fin de año y el aumento en los precios del
petróleo reducen la posibilidad de una deflación", indicó González.

En un informe sobre "Inflación y Deflación: Aspectos
conceptuales, experiencia internacional y la coyuntura de
Guatemala", de febrero de 2009, el Banco de Guatemala (central)
señaló que se necesitarían dos meses seguidos con una inflación
interanual en negativo para que el país entrara en deflación.

Y según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), responsable
de medir los indicadores inflacionarios, esta condición ya se
cumplió en agosto pasado.

En julio, según el INE, los precios bajaron un 0,30 por ciento,
mientras que en agosto lo hicieron en un 0,73%.

Sin embargo, la presidenta del Banco de Guatemala (central),
María Antonieta del Cid, sostuvo en declaraciones a medios locales
que todavía es prematuro hablar de una deflación en el país y que lo
que se observa es un proceso de ajuste de los precios luego de las
alzas históricas de 2008.

La deflación es una caída de los precios en el conjunto de la
economía que se prolonga por al menos dos trimestres y en la
actualidad en Guatemala la inflación interanual ha sido negativa dos
meses consecutivos, explicó la funcionaria.

Aunque al inicio de 2009 las autoridades se fijaron una meta de
inflación de entre 4,5 y 6,5 por ciento, una nueva estimación de los
técnicos de la banca central estiman que ésta podría cerrar entre
0,85 y 2,4 por ciento.

En declaraciones a los periodistas, el representante del sector
empresarial ante la Junta Monetaria de Guatemala, Sergio de la
Torre, comentó que el comportamiento de la inflación significa que
hay desaceleración económica y que se deben adoptar medidas para que
exista liquidez y disminuyan las tasas de interés bancario.