Un mural a favor de los inmigrantes en el
barrio de Pilsen, de mayoría hispana, causa controversia entre los
que piden la legalización para los inmigrantes y los que se oponen a
ella.

"Declaración de Inmigración" se llama la pintura inaugurada
recientemente en la pared del edificio donde se ubica la estación
Radio Arte y la escuela de arte Yollocalli en Pilsen.

"Somos un país de inmigrantes", reza el mural en inglés. "No al
trato inhumano, a las deportaciones, a la separación de las familias
y a las detenciones".

"No a la muralla" y "Ningún ser humano es ilegal", enfatiza el
mural auspiciado por el Museo Nacional de Arte Mexicano y pintado
por el artista Salvador Jiménez, de 24 años.

El mural, que en su mayoría es un texto adornado con dibujos de
mariposas monarcas y banderines que simbolizan el origen de los
nuevos inmigrantes, concluye con una declaración que algunos han
encontrado polémica.

"La seguridad nacional fomenta la tensión entre las etnias", reza
la obra que pide la legalización para todos los inmigrantes.

"Creo que la última frase necesita algo de explicación porque no
está claro a qué se refiere. Es una fuerte declaración", dijo a Efe
Scott Lee, estudiante universitario de 25 años.

Otro estudiante, también anglosajón, dijo que el resto del mural
es interesante pero que en lo que se refiere a la seguridad nacional
es "vago".

"Es un poco vago pero veo la intención del mural de atraer la
atención a la problemática de los inmigrantes en el país", opino Dan
Connors, de 23 años.

Aunque estos dos transeúntes pueden expresar su sentir sin
complicación alguna, hay otros que han intentado dañar el mural.

En una ocasión personas desconocidas pintarrajearon sobre el
mural una frase en inglés que decía "Mexicanos son racistas" y
"Mentiras".

También en Internet han surgido comentarios sobre el mural,
declaró a Efe Tania Unzueta, directora de entretenimiento de la
estación Radio Arte.

"Estas personas que nos critican necesitan aprender más sobre la
vida de los inmigrantes", sostuvo.

Debra García, de 19 años, fue una de los 12 jóvenes hispanos de
la escuela Yollocalli que ayudaron a elaborar el mural. A ella le
duele que personas ajenas dañen algo que les tomó mucho tiempo
crear.

"Mostraron falta de respeto a nuestro mural", dijo García, quien
confesó que le causa tristeza que se ubiquen murallas entre países
como Estados Unidos y México.

"No está bien eso, todos somos seres humanos", afirmó la
estudiante de arte.

Por su parte el autor de la obra dice estar complacido de que el
mural haga reaccionar al público.

"Para que una obra de arte sea efectiva tiene que causar una
reacción de la gente", dijo Jiménez, quien basándose en el principio
de libertad de expresión invitó a quienes critican al mural a que
creen otro dando su punto de vista.

Varios comerciantes que tienen sus negocios en el entorno al
mural le dan su aprobación y aplauden el trabajo del muralista y los
jóvenes hispanos que lo ayudaron a pintarlo.

"Estoy de acuerdo con el mensaje", aseguró Mirna Flores, de la
Florería Jazmín. "No creo que sea justo que otras personas arruinen
el trabajo de estos jóvenes".

"Está bien el mural", dijo Rogelio Pérez, dueño de la peluquería
Los Panchos, situada al frente del texto-mural."No creo que ofenda a
nadie", finalizó.