El fabricante de automóviles
estadounidense Chrysler, controlado por el grupo italiano Fiat,
estudia producir el subcompacto Fiat 500 en su planta de la ciudad
mexicana de Toluca, avanzó el lunes el diario neoyorquino The Wall Street
Journal.

Chrysler también está evaluando qué modelos de Fiat introducir en
el mercado estadounidense, de acuerdo con el diario, que cita
fuentes conocedoras de los planes de la empresa, rescatada de la
bancarrota por su competidor italiano en junio.

La revisión y reestructuración de los planes estratégicos de la
automotriz incluyen también la posible producción de un motor
pequeño de Fiat para el urbano 500 en una planta en Trenton
(Michigan), y la fabricación de un compacto con un tamaño
ligeramente mayor que el 500 en EE.UU., según las fuentes citadas
por el Wall Street Journal.

El portavoz de Chrysler, Gualberto Ranieri, no quiso comentar los
planes de producción del grupo estadounidense y únicamente afirmó al
periódico que los detalles serán anunciados más adelante.

Según el diario económico, si el fabricante automovilístico
estadounidense decide producir el 500 en Toluca, pondría a prueba
las relaciones entre el nuevo equipo directivo de Chrysler y dos de
sus propietarios y accionistas: el Gobierno estadounidense, que
controla el 8% del accionariado, y el sindicado United Auto Workers
(UAW), que posee el 55%.

Fiat controla el 20% de Chrysler.

El Wall Street Journal indica que los trabajadores de la planta
de Toluca pertenecen a un sindicato mexicano y no al estadounidense
UAW, y fabricar el subcompacto 500 en el país vecino supondría crear
o mantener empleos en México al tiempo que Chrysler está cerrando
varias fábricas y eliminando miles de puestos en Estados Unidos.

En mayo, General Motors (GM), que, al igual que Chrysler fue
rescatado de la bancarrota y reestructurado con millones de dólares
procedentes de los impuestos pagados por los estadounidenses, fue
duramente criticado por políticos y la UAW por sus planes de
fabricar un coche pequeño en China.

GM dio marcha atrás y decidió producir el coche en una planta de
Michigan.

La fábrica de Toluca, que emplea a 2.180 trabajadores y
actualmente fabrica el Dodge Journey y el PT Cruiser, es una opción
atractiva para producir el Fiat 500 porque ofrece la posibilidad,
por su ubicación estratégica, de exportarlo a los mercados de
Centroamérica y Suramérica, donde la marca italiana tiene una fuerte
presencia, de acuerdo con el Wall Street Journal.