Hace aproximadamente 16 años, estudiantes de las escuelas Edison High School y Roberto Clemente pintaron un mural del famoso beisbolista boricua; sin embargo, por razones desconocidas ese trabajo artístico hecho en seis paneles se quedó olvidado bajo el polvo de una fábrica abandonada en las calles 5 y Lucern.

El mural se había trasladado de forma “provisional” a la fábrica para después trasladarlo al edificio nuevo de la escuela Roberto Clemente, en las calles Erie y 2, lo cual nunca se hizo.

Pero el artista que supervisó la realización de ese mural en 1992, Alberto Becerra, hoy trabaja como consejero para  Roberto Clemente e insistió hasta poder trasladarlo a la nueva sede.

Una vez colocado el mural en uno de los tantos pasillos de la escuela, los alumnos de Clemente son los que durante el verano lo están retocando para que los colores, paisajes y rostros volvieran a cobrar vida.

“Los niños de quinto a octavo grado se inscribieron voluntariamente al Programa de Enriquecimiento para el verano, y dos días a la semana ayudaron a reconstruir el mural de Clemente”, dijo Becerra.

El mural de 100 pies de largo y ocho pies de altura comienza con un mapa de Puerto Rico y la imagen del beisbolista; después muestra su actividad  profesional, su obra altruista, los paisajes de su isla y por último relata acerca de su accidente cuando se dirigía a Nicaragua a ayudar a niños de bajos recursos.

“A los niños, antes de hacer el mural se les mostró la película: Roberto Clemente: An American Experience, porque muchas veces están en esta escuela y desconocen la historia y la importancia de Clemente e incluso quiero que los maestros vean este mismo video antes de comenzar el ciclo escolar para que sepan de qué se trata el mural que verán diariamente”, explicó el artista y profesor.

Becerra supervisó en ese entonces el mural, pero enfatizó mucho en que todo lo que se pintó fue diseñado por los alumnos, quienes quisieron incluir mucho mar y paisajes de la isla.

Para el pequeño, Brandon Miranda, de 9 años, pintar este mural ahora ha sido una  experiencia de orgullo. “Él era un gran beisbolista, a mí me gusta pintar la isla porque aunque solo he ido una vez me gusta más que aquí, allá el sol brilla muy bonito”, dijo el estudiante de cuarto grado.

Y mientras niñas de lo más entretenidas pintan flores y los niños concentrados trazan dibujos en cartulinas, para activistas comunitarias como Inés Ramos, transmitir este conocimiento a las nuevas generaciones es muy importante.

“Esto es reclamar la historia de Puerto Rico, darles un sentimiento de orgullo a los estudiantes que están aquí y levantar el espíritu a los alumnos y maestros de la escuela Clemente, y no solo se debería de hacer aquí sino en todas las escuelas”, dijo Ramos.

Además, Ramos comparó la figura de Clemente con la del historiador, escritor y activista boricua Arturo Schomburg.

La figura de Schomburg  es significativa en la historia porque era un puertorriqueño negro y estudió la experiencia de la gente negra de los Estados Unidos; su vida es tan importante tanto para los puertorriqueños como para los afroamericanos, Clemente fue el primer filántropo del béisbol, cambió el mundo de pelota, explicó.

Becerra y Ramos coincidieron  en la idea de que muchos maestros en el Distrito desconocen la historia de Puerto Rico y América Latina.

“Es difícil transmitir ese sentido de orgullo a los alumnos si los maestros no lo saben”, dijo Ramos.

Por su parte, a Becerra le encantaría forrar las paredes de la escuela con personajes históricos como Alicia Rodríguez, ex prisionera en Puerto Rico que luchó por la independencia.

A lo que la activista comentó, “Becerra es el pintor colombiano que a través de su arte promueve la educación y el orgullo de Puerto Rico”.

El mural será inaugurado en septiembre al inicio del ciclo escolar y estarán presentes en una ceremonia Johny Irizarry, miembro de la Comisión de Reforma Escolar (SRC) y la superintendente Arlene Ackerman.