Sonia Sotomayor personificó la grandeza de la comunidad latina durante sus recientes audiencias ante el Senado de Estados Unidos. No solamente fuimos testigos de su sabiduría, sino también de su paciencia y su porte, al nunca exaltarse ante los comentarios y las preguntas racistas hechas por los senadores republicanos más conservadores.

La ironía es que la mayoría de estas preguntas ofensivas por parte de senadores blancos, con su propia cultura diferente, ni siquiera fueron percibidas. Este tipo de situaciones me suceden todos los días por parte de colegas del gremio o en la Corte. Sin embargo, debemos recordar que representamos a nuestros clientes, a la Corte y al Estado del Derecho, y que esto es precisamente lo que nos diferencia de otros países; que no tenemos que hacer un cambio por la fuerza bruta, sino dentro de los confines de nuestro sistema político y legal.

Sólo hay que recordar cuando George W. Bush perdió la elección, y aún así la Corte Suprema le dio la victoria sin una jurisdicción, y la obedecimos.  Hay que aprender a seguir adelante.

El genio de la jueza Sotomayor es que no permitió que los prejuicios de los senadores condicionaran sus opiniones para casos futuros, y ya sea en cuanto al racismo o al aborto. Esto es muy importante porque la agenda personal no debe de ser el papel de un juez.

Los jueces tienen que ser árbitros imparciales, basados en los hechos y la Constitución. Los jueces con pueden usar sus inclinaciones personales no importa lo que esto hiera, Si hay alguien más calificado en este país para ser miembro de la Corte Suprema de Estados Unidos, no conozco quien lo pueda ser. Su experiencia legal en juicios y apelaciones es incuestionable y no ha sido igualado por ningún otro jurista en la historia.

El senador Jeff Sessions representaba durante la audiencia a la escuela antigua de pensamiento, ese club de “hombres blanco”, de una era y filosofía antigua. Estos senadores republicanos fueron  condescendientes e hicieron comentarios rudos. Muchos nos dicen que si uno actúa correctamente, obtiene una buena educación y si trabaja arduamente, puede obtener el respeto de los demás.

El senador Sessions, junto con otros, intentó forzar a la jueza a entrar en territorios desconocidos, en los que nunca se cuestionó a los anteriormente nominados  John Roberts y Samuel Alito. Este último tenía la misma educación que Sotomayor, la misma afiliación religiosa, y comentarios similares acerca de su descendencia italo-americana, y aún así los senadores jamás denigraron su carácter, descendencia o nacionalidad como lo hicieron con Sotomayor.

Incluso a Clarence Thomas nunca se le preguntó en qué se convertiría después de su nombramiento vitalicio en la Corte.

Pero mi comunidad jamás debe de darse por vencida sin importar cómo se nos llame. Estados Unidos se está haciendo más latina, y una vez que tengan un miembro latino en la familia, lo cual les garantizo que tendrán, aprenderán a querernos.

Sotomayor será una miembro de la Corte Suprema de Justicia para todos los estadounidenses. Podemos estar orgullosos de que ella vino de un origen humilde, con un número de pruebas en su vida que superó hacia su actual liderazgo y que probó al mundo que ella puede hacer un Estados Unidos mejor, más fuerte y más saludable, incluso mejor que el país que fundadores de la patria crearon.

Yo soy un latino sabio y orgulloso que cree que tenemos la responsabilidad de ayudar a los menos afortunados, y a motivar a los jóvenes a involucrarse con el servicio público. Esto ayudará a tener un alcalde latino, un gobernador y oficiales judiciales latinos a través de nuestra tierra.