“El propósito majestuoso de la Enmienda Quince a la Constitución de los Estados Unidos ha sido de ‘…prohibir la plaga de la discriminación racial en el voto … de una vez por todas…’”

Con la reciente elección del primer presidente afroamericano de nuestro país, muchos han hablado de una sociedad posracial en la que la raza ya no define el criterio para las interacciones de la sociedad y el gobierno.

Esta perspectiva es inconsistente con las realidades diarias que afectan todos los aspectos de nuestras vidas. Las elecciones, en muchas instancias, se caracterizan por la discriminación. La gente continúa votando según las bases étnicas como reflejo de nuestra sociedad polarizada por raza.

Esto no tendría que sorprender dado el legajo nacional como república con esclavos y su continuada dificultad en abarcar temas de racismo. Sigue siendo un gran problema el acceso al proceso político para las minorías raciales y étnicas.

Los impedimentos actuales son muchos:

-Requisitos de ciudadanía que previenen que los individuos voten a pesar de que estas personas contribuyen a la base impositiva del gobierno y están social y económicamente integrados a las comunidades locales;

-Elecciones que sirven para excluir a votantes calificados que provienen de comunidades de lenguas minoritarias;

-Requisitos de identificación que previenen a los votantes calificados de participar en las elecciones; y

-La exclusión de ex criminales del proceso electoral.

A parte de estos impedimentos existe el obstáculo de la votación polarizada por raza que diluye o minimiza la oportunidad de las minorías étnicas de elegir a candidatos que ellas seleccionen. La votación polarizada por raza puede tener un efecto discriminatorio sobre las comunidades cuando se realizan las elecciones plenipotenciarias o en un sistema de elecciones distritales.

Con el método plenipotenciario, los candidatos pueden vivir en cualquier lugar de la jurisdicción y todos los votantes de la jurisdicción pueden votar en la selección de los representantes locales de gobierno. Si la comunidad que no es blanca es una minoría numérica, el método plenipotenciario de elecciones más la polarización racial vencerá a los candidatos preferidos que no son blancos.  Por ejemplo, si los blancos son el 70% del electorado, las personas de color tendrán dificultad en sobreponerse a los efectos de una aplicación discriminatoria del gobierno mayoritario.

Como contraste agudo, en una elección con base en el distrito, en el que aquel 30% del electorado a nivel de la jurisdicción se puede convertir en un distrito electoral más reducido que tiene un electorado del 60% no-blanco, los hispanos, los negros u otras personas de color pueden contrarrestar el efecto discriminatorio de la votación polarizada por raza.

No obstante, la discriminación puede también ocurrir en un sistema de elecciones a nivel de distrito, cuando al volver a trazar los límites electorales del distrito resulta en dividir o en sobre concentrar las comunidades que no son blancas.  En algunos casos el plan de volver a trazar los distritos puede dividir innecesariamente a tales comunidades, así reduciendo el potencial que tiene la comunidad de elegir el candidato preferido de la comunidad.

En otras instancias, un plan de nuevos distritos puede concentrar demasiado a personas que no son blancas en un distrito electoral, así limitando su posibilidad de elegir más de un representante. Ésta es la situación actual en el condado de Los Ángeles, donde el distrito de un supervisor tiene una súper-mayoría de votantes registrados de apellido español, lo cual resulta en una sobre concentración de votantes latinos.

Si los límites de distrito de supervisores se trazaran de manera que no resulte en sobre concentrar a los latinos, se podría crear dos distritos de supervisores, cada uno con una mayoría de votantes registrados de apellido español.

El volver a trazar distritos electorales a nivel del Congreso, del estado y locales tendrá mayor importancia en lo que se acerquen las elecciones del año 2012. A parte de ser el final de un ciclo de precesión de los equinoccios y posiblemente el fin del mundo (se espera sea sólo el final de un ciclo y el comienzo de un nuevo ciclo) como predice el calendario maya, el año 2012 representa un año importante para la adquisición de poder político para los latinos.

Será un año de elecciones presidenciales. Durante las campañas para ser presidente, ambos partidos políticos invierten importantes recursos en aumentar el registro y la participación de votantes latinos. El año también resulta ser el de la primera elección después de trazar nuevos límites distritales electorales en todos los estados en el año 2011. Si un nuevo distrito refleja justamente la fuerza política latina, entonces las comunidades latinas participarán más y más candidatos aprovecharán la oportunidad de competir en los nuevos distritos electorales.

Estos dos eventos coinciden sólo cada 20 años, con el 2012 siendo la siguiente convergencia política. Por ende, la probabilidad que haya más poder político en las comunidades latinas.

Por esta razón, la escuela de derecho de la Universidad de Seattle ha establecido una iniciativa para apoyar los derechos al voto llamada National Voting Rights Advocacy Initiative, cuyo propósito es asistir a las comunidades locales y a los que abogan por los derechos al voto en cuestionar planes de nuevos distritos electorales y métodos plenipotenciarios de elecciones que tienen un efecto discriminatorio sobre la fuerza del voto de los hispanos y de otras comunidades de color.

La iniciativa servirá de recurso legal con base en Internet que guardará documentos importantes como versiones digitales de determinaciones administrativas que emita el Fiscal General de la Nación al hacer vigente una provisión especial de la Ley de Derecho al Voto, de audiencias legislativas y otros informes gubernamentales que tengan que hacer con la promulgación, la reautorización y la enmienda de la Ley de Derecho al Voto.

Además, el sitio web incluirá presentaciones por video y tutorías que expliquen los conceptos del trazamiento de distritos electorales. Un componente importante de las tutorías por Internet enfocará el desarrollo de un manual de litigio que ofrecerá un listado para aquellos abogados que quieran cuestionar planes de nuevos distritos electorales y métodos plenipotenciarios de elecciones que discriminen contra comunidades que no son blancas.

Donde sea apropiado, estudiantes de leyes asistirán a los abogados de derecho al voto con tareas discretas como la realización de investigaciones a favor de o en contra de mociones que se entreguen en un caso en particular. Por desgracia, la iniciativa no contará con los recursos para trazar planes de propuesta de distritos electorales. No obstante, tiene otros proyectos en su horizonte.

La iniciativa representa un paso evolutivo hacia el desarrollo de recursos para los defensores de los derechos al voto. Desde la década de 1970, cuando organizaciones de defensa de derechos civiles asistían con trazar nuevos distritos a mano sobre láminas de plástico que sobreponían a los mapas del censo, hasta los ochenta, los noventa y el 2000, en los que la tecnología informática jugó un rol cada vez más crítico. Actualmente nos encontramos en una nueva etapa: acceso por Internet a recursos con base en el conocimiento que asistirán a comunidades locales en el proceso de trazar nuevos distritos electorales que se aviene. Es una iniciativa única. Ninguna otra escuela de derecho en el país ha establecido tal centro de recursos con base en el Internet.

La iniciativa será uno de varios recursos disponibles. El objetivo es de proveer a las comunidades locales las herramientas necesarias para cuestionar cualquier sistema electoral discriminatorio.  Es sólo mediante la defensa que podrá nuestra comunidad continuar con la trayectoria de asegurar poder político latino y “…prohibir la plaga de la discriminación racial en el voto … de una vez por todas…”

(Dirigente y autoridad nacional de derecho al voto para hispanos y litigante Joaquín G. Ávila ha sido seleccionado director ejecutivo de la nueva iniciativa National Voting Rights Advocacy Initiative y Practicante Distinguido Residente en la Escuela de Derecho de la Universidad de Seattle).