Lo que yo quiero cambiar es la frontera. Los asesinatos, las peleas y las lágrimas.

El miedo es el problema en esta situación. El miedo de los mexicanos quitando nuestros trabajos.

¿Por qué hicimos la frontera?

¿Por qué hay tanto odio entre nosotros?

La frontera, el chisme, los malentendidos son las respuestas.

A lo largo de los terribles años pasados, muchos mexicanos han sido asesinados por querer encontrar una vida. Pero ellos son personas con mentes y corazones esperando para brillar.

Ellos son solo como nosotros. Necesitamos ayudar.

¿Qué pasaría si tú estuvieras en sus zapatos?

¿Qué pasaría si tú estuvieras viendo a través de sus ojos?

Tú pensarías como ellos también.

“No exponga su vida a los elementos.   ¡No vale la pena!

Do not expose your life to the elements. It´s not worth it!”

Dice la señal en la frontera de los Estados Unidos.

No vale la pena. No vale la pena perder una vida para tratar de ser feliz.

Mira lo que hemos hecho. Bebés llorando por leche tibia, niñas llorando por no tener una muñeca para acariciarle su cabello largo.

Tenemos que abrir nuestros brazos y abrazarlos, y hablar con esa voz dulce que tu madre usa. Esa mano protectora que tu padre usa.

Debemos abrirles la puerta a ellos, dejarlos comer en nuestra mesa. Si nosotros cuidamos de ellos, ellos cuidarán de nosotros.

¿Qué le hemos enseñado a nuestros niños? Sentir desagrado por alguien que tiene piel morena.

¿Es eso lo que les hemos enseñado?

Odiar lo que puede convertirse en nuestro futuro. El futuro de Estados Unidos?