El presidente de EEUU, Barack Obama, y su
familia aprovecharon hoy su velada en París tras participar en los
actos de conmemoración del 65 aniversario del Día-D para cenar y
visitar la catedral de Notre Dame, como cualquiera otros turistas.

Obama, su esposa, Michelle, y sus hijas, Sasha y Malia, pasearon
por la catedral, cerrada al público para la ocasión y rodeada de
unas fuertes medidas de seguridad, por espacio de una hora,
acompañados del rector de Notre Dame, monseñor Patrick Jacquin.

A continuación el mandatario y su familia, en una larga comitiva
presidencial y aclamados en numerosas ocasiones por el público a lo
largo de su recorrido, se desplazaron a un restaurante de gran
tradición en París en las cercanías de la Torre Eiffel.

La primera dama norteamericana y sus hijas ya visitaron la torre
el viernes por la noche, tras llegar a la capital de Francia para
acompañar al presidente.

La familia Obama continuará recorriendo mañana, día del octavo
cumpleaños de Sasha, algunos de los lugares más notables de París
antes del regreso del presidente a Washington.

La primera dama, Sasha y Malia permanecerán aún algunos días más
en la capital francesa para hacer turismo e ir de compras.