Los fanáticos de Filadelfia serán el factor que determinará si los Phillies llegan a la postemporada o no.

No digo eso en el sentido de que el clamor de sus aplausos animarán tanto a los jugadores que nadie los podrá vencer. Me refiero a las grandes cantidades de dinero que los fanáticos le están entregando al equipo.

Al cierre de esta edición, los Phillies lideraban a las Grandes Ligas en asistencia. En sus primeros 19 juegos en casa, esta temporada, 816,868 personas habían presenciado un juego en el Citizens Bank Park. En 14 de esos 19 juegos, los Phillies jugaron en casa llena. El club estableció una nueva marca este fin de semana cuando 135,994 fanáticos presenciaron los tres desafíos entre Filadelfia y Atlanta.

Los Phillies van en camino a romper la marca de asistencia por una temporada que establecieron el año pasado cuando registraron una asistencia de 3,422,583 y jugaron en casa llena en 50 de sus partidos como anfitrión.

El apoyo financiero de los fanáticos también es fuerte en la compra de artículos relacionados con el equipo. El logotipo de los Phillies está de moda. El equipo recibe dinero de toda cosa que lleva su nombre: camisas, camisillas, calcomanías, gorras, llaveros, y otras cosas. Hay hasta artículos con la insignia para perros y gatos.

El equipo hace dinero hasta de los fanáticos que se quedan en casa a ver los juegos por televisión o escucharlos por la radio. Las transmisiones están repletos de anuncios comerciales. El campeonato del 2008 ha generado un interés amplio por el equipo entre las compañías locales. Como moscas detrás de la miel, los auspiciadores pelean por tener el privilegio de asociar a su empresa con el monarca reinante.

Ese monto de dinero que los Phillies están acumulando les servirá de bien en julio ya que estarán en la posición de poder adquirir peloteros que las otras organizaciones no podrán mantener en sus nóminas por cuestión de no contar con la plata para pagarles.

Los Phillies están hasta en una posición adquisitiva mejor que la de los Mets. Los Mets inauguraron su nuevo estadio este año, pero su nómina está ya bastante alta y el equipo de la Gran Manzana fue víctima de la estafa multimillonaria de Bernie Madoff, el hombre que utilizó un esquema de fraude financiero conocido como pirámide ‘Ponzi’ para desaparecer $50 mil millones de sus inversionistas. Madoff era un amigo de infancia de Jeff Wilpon, uno de los dueños de los Mets.

La cadena de radio de los Mets no parece tener tanto éxito como la de los Phillies en atraer auspiciadores. Las otras noches escuché uno de los juegos de los Mets por la radio y me sorprendí que por dos entradas los comerciales más sobresalientes fueron para unas toallitas mágicas, esas que se venden por medio de los ‘informecials’ que se transmiten por televisión en la madrugada, y para Kars4Kids, una entidad sin fines de lucro que busca donaciones de carros usados.

Los Phillies estarán en una buena posición para aprovecharse del mercado que favorece al comprador y así conseguir el pitcheo y el bateador emergente derecho que necesitan.

En el béisbol lo importante no es cómo un equipo empieza la temporada sino cómo la termina y los fanáticos de Filadelfia le están dando la plata a su equipo para que este pueda hacer las inversiones necesarias para fortalecerse a mitad de camino. El que tiene la plata pone la música.