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Retrato de un artista inmigrante

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El dominicano Freddy Rodríguez.

 

Una selección de veinte obras del
artista dominicano Freddy Rodríguez se expone desde la semana pasada en la
Fundación Gabarrón de Nueva York, al tiempo que la ciudad celebra la
Semana de la Herencia del Inmigrante.

Titulada "Retrato de un artista inmigrante o retrato de un
inmigrante artista", la exposición revisa la trayectoria del pintor
y escultor dominicano durante cuarenta años de creación artística.

"La muestra es autobiográfica y refleja las experiencias por las
que pasé para cumplir mi sueño de inmigrante en esta ciudad",
explicó Rodríguez.

Recordó la difícil situación en su país después del asesinato del
dictador Rafael Trujillo (1891-1961), motivo por el que, en 1963,
aterrizó en Estados Unidos.

En Nueva York "encontré la libertad que en mi país nunca tuve; y
después de obtener la libertad como individuo, descubrí que el
artista posiblemente es la persona más libre que existe", afirmó el
dominicano.

El primer trabajo de Rodríguez como limpia vasos en un hotel
inspiró, 46 años más tarde, su obra "Recuerdo de mi primera
nochevieja en Nueva York", compuesta por una mesa repleta de vasos
usados.

Asimismo, sus labores como estibador en un muelle de Manhattan se
plasman en varios fotomontajes en los que el artista aparece junto
al actor estadounidense Marlon Brando (1924-2004).

"La plata en el puerto era increíble, pero el frío era terrible y
el trabajo, fortísimo. Así que idealicé la situación pensando en la
película de Marlon Brando 'On the Waterfront' ('Nido de ratas' o 'La
ley del silencio')", explicó.

Su experiencia como camarero también queda reflejada en esta
muestra a través de un vistoso maniquí impregnado de colores, que da
la bienvenida a los visitantes con una inscripción que reza "Me
llamo Freddy y esta noche seré su camarero".

Al fondo de la sala, una pantalla desvela el trabajo experimental
de Rodríguez en un vídeo en que el artista aparece en la cama entre
bostezos.

A pesar de que el holandés Piet Mondrian (1872-1944) y el pintor
de origen letón Mark Rothko (1903-1970) han sido dos grandes
influencias en el arte de Rodríguez, el escritor argentino Julio
Cortázar (1914-1984) fue quien marcó un antes y un después en sus
composiciones.

"La sencillez y la profundidad de la escritura de Cortázar me
descubrieron el artista libre que llevaba dentro. Los formatos de
sus libros son todos diferentes, y así es cómo yo entiendo la
pintura, como una creación constante", señaló el pintor y escultor.

Rodríguez, formado como artista geométrico, confesó que llegó un
momento en que era "muy fácil" hacer este tipo de arte, y pasó a
crear una obra "más expresiva".

En esta nueva etapa, "las líneas rectas prácticamente no existen
y se convierten en líneas orgánicas", que crean formas como la del
corazón, "un símbolo tan importante para la cultura desde el punto
de vista romántico, religioso o musical", agregó.

La ecléctica exposición, que reúne desde obras geométricas y
fotomontajes a composiciones con objetos cotidianos, se podrá
visitar hasta el próximo 1 de mayo.

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