“Lo que a mi me dolió fueron los $2.600 que se llevaron”, dijo Lenin Durán, un bodeguero de Germantown que dice haber sufrido un abuso por parte de la Policía de Philadelphia.

Según Durán, seis policías de la unidad de Narcóticos allanaron su bodega en 2007, apagaron las cámaras de vigilancia y se robaron el dinero.

El allanamiento fue el resultado de la venta ilegal de pequeñas bolsas de plástico que son consideradas parafernalia por su uso para empacar drogas.

Durán pasó seis meses bajo libertad condicional y dice que la Policía nunca le dio cuentas del dinero que perdió.

“Eso de llegar a un negocio y apagar la cámara, es como si ellos estuvieran haciendo algo illegal, como si ellos estuvieran ocultando algo”, dijo.

La Policía dijo a AL DÍA que los casos están bajo investigación por Asuntos Internos, pero que aún no han publicado detalles.

El abogado Andrés Jalón, quien durante 10 años ha defendido a varios bodegueros, señaló que la queja de Durán es común y que además ellos también le han denunciado el robo de mercancía.

Jalón ha ganado casos en los que se ha demostrado detenciones indiscriminadas en estos locales y órdenes judiciales de registro expedidas sin suficiente información por parte de la Policía.

Cerca de veinte bodegueros, casi todos inmigrantes, contaron sus experiencias en un reciente reportaje del Daily News en el que se evidencia un patrón de comportamiento de una  unidad de narcóticos que refleja irregularidades como apagar las cámaras de seguridad y el robo de dinero.

A raíz de las denuncias, una delegación de líderes de la comunidad latina se reunió el martes pasado con el comisionado de Policía, Charles Ramsey.

“Lo que estamos buscando es que se haga una investigación justa y con el tiempo debido”, dijo Danilo Burgos, presidente de la Asociación de Bodegueros Dominicanos.

Según Pedro Rodríguez, de United Neighbors Against Drugs, las denuncias significan un paso atrás para las relaciones entre la comunidad latina y la Policía.

“Es una bofetada para el Departamento de Policía que exista una ganga (pandilla) criminal adentro de la Policía”, dijo. “Particularmente porque saben que los inmigrantes tienen ciertas deficiencias en términos de conocer sus derechos civiles”.

Burgos agregó que las denuncias han impulsado a otros a hablar de abusos que han sufrido por la policía, y pidió cooperación de parte de la comunidad.

“Apoyamos al Departamento de Policía (...), pero no estamos de acuerdo con la corrupción”., dijo Burgos. “Le pedimos a la gente que si se ha sentido víctima de alguna manera, que no se quede callada y que hable”.

Agregó que estudian la conformación de un grupo consultor latino para estrechar las relacions y la comunicación entre la Policía de Philadelphia y la comunidad latina.