El presidente de Bolivia, Evo Morales, comenzó hoy a perfilar con su Gobierno el plan para aplicar la nueva Constitución, mientras sus bases amenazaron con movilizaciones contra la oposición si bloquea la entrada en vigor del texto.

El mandatario convocó a su gabinete de ministros en pleno y a varios funcionarios de alto nivel para una reunión que se celebra a puerta cerrada en las afueras de La Paz, con el objetivo de definir la ruta del Gobierno para poner en marcha la Carta Magna.

El apoyo a la nueva Constitución de Bolivia, sometida a referendo el domingo pasado, roza el 61% con el 86,43% de los sufragios escrutados, según datos difundidos hoy por la Corte Nacional Electoral (CNE).

Estos resultados parciales coinciden con los anunciados por los medios de comunicación con encuestas a pie de urna y que fueron usados por Morales para proclamar el triunfo de la Carta Magna con la que pretende refundar su país.

El gobernante abrió la reunión con un discurso en el que ratificó que solo dialogará con la oposición para discutir la aplicación del texto de 411 artículos, con lo que descartó cambios al contenido.

"Hemos escuchado de algunos opositores que quieren un pacto. El resultado y la aprobación de la nueva Constitución ya es un pacto y, si quieren otro pacto, lo haremos para aplicar la Constitución Política del Estado, no para revisar, ni para modificar", sostuvo.

Para poner en marcha el documento que, según remarcó hoy Morales permitirá "descolonizar" Bolivia, es necesario aprobar más de cien leyes, pero la oposición, que controla el Senado, no está dispuesta a darles viabilidad si no hay acuerdo con los líderes regionales.

Los dirigentes opositores que promueven las autonomías en Santa Cruz, Tarija, Beni, Chuquisaca y Pando han pedido la revisión del texto constitucional, en algunos casos han planteado el desacato y otros proponen convertir Bolivia en una confederación con dos tipos de país.

En las primeras cuatro regiones gobiernan opositores y en la última un militar nombrado como prefecto interino tras la detención del anterior titular del cargo, el opositor Leopoldo Fernández, por su presunta responsabilidad en una matanza ocurrida en septiembre.

La propuesta de la confederación fue lanzada hoy ante medios locales por el dirigente cívico empresarial de Santa Cruz Branco Marinkovic, quien ilustró su idea con el caso de la China socialista y el Hong Kong liberal.

En una carta dirigida a Morales, Marinkovic insiste en que la Constitución votada el domingo representa a una parte del país y plantea un "pacto grande" que "debe reconocer las dos visiones que existen en Bolivia".

A la oposición respondieron hoy dirigentes campesinos aliados del presidente boliviano, quienes, en declaraciones a los medios, amenazaron con movilizarse para presionar al Congreso para que apruebe las leyes que den curso al documento constitucional.

El líder Fidel Surco, que en octubre pasado organizó una multitudinaria marcha de varios días entre el Altiplano y La Paz para cercar el Congreso, dijo hoy que ya se han planteado llevar a cabo protestas contra los parlamentarios opositores.

Los sectores sociales, dijo, proponen realizar "movilizaciones extremas como único mecanismo" para avanzar en las políticas de bienestar social en el país.

Por su parte, Isaac Ávalos, máximo dirigente de la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos, calificó como una "burla" la actitud de la oposición de plantear el desacato a la Constitución, después de asistir a la votación del pasado domingo.