La oposición de Bolivia planteó un "pacto nacional" al presidente, Evo Morales, que revise el proyecto de nueva Constitución aprobado el domingo de forma global en referendo, pero rechazado en las regiones autonomistas.

Según los datos de sondeos a pie de urna y a falta de cifras oficiales, el texto constitucional defendido por Morales fue aprobado por el 60 por ciento de la población nacional, pero perdió en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, conocidas como la "Media Luna".

En Santa Cruz, el gobernador Rubén Costas pidió ante una multitud "un gran pacto nacional" porque, según dijo, el "mandato del pueblo (cruceño) no puede ser negado por la soberbia del proyecto" del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS).

El empresario Branco Marinkovic, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, sostuvo que "no es moral ni es posible imponer la Constitución a un pueblo que la ha rechazado".

Según el dirigente cívico autonomista, "nadie puede negar" que en Bolivia hay "dos visiones" de país, ni tampoco que de alguna manera se necesita "encontrar un pacto de unidad y de convivencia" que sea pacífica y democrática.

"De aquí en adelante, nuestra lucha es para que el Gobierno del MAS reconozca que hemos elegido un camino distinto del socialismo de Hugo Chávez", dijo Marinkovic en alusión al presidente venezolano, uno de los más firmes aliados de Evo Morales en la región.

En Tarija, la región petrolera de Bolivia, el gobernador, Mario Cossío, también habló de "la necesidad y el deber moral de construir" el consenso sobre el texto constitucional.

"Si es que de veras se quiere seguir avanzando, el Gobierno no tiene la legitimidad para imponer a su gusto y sabor ese texto constitucional y está obligado a construir pactos con las diferentes regiones del país", dijo Cossío.

Según los sondeos extraoficiales, además de las regiones de Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando, donde el rechazo al proyecto de nueva Carta Magna fue contundente, en Chuquisaca también hay un triunfo del "No", aunque por un margen mínimo frente al "Sí".

Cossío sostuvo que si el Gobierno no acepta el "No" en esos cinco departamentos, los bolivianos deben pensar en un nuevo proceso constituyente "para darle a Bolivia un pacto social sobre la base de la legalidad y la legitimidad".

El prefecto Cossío reconoció el triunfo del "Sí" a nivel nacional, pero subrayó que la votación mostró a "un país más dividido" con dos visiones políticas antagónicas y aseguró que también se percibe un rechazo creciente al proyecto oficialista en el occidente del país.

Su colega de Chuquisaca, la indígena quechua Savina Cuéllar, fue más dura con Morales y dijo que el triunfo del "No" en su región muestra que se "resistió la ilegalidad" al documento constitucional que, en su criterio, impone una "dictadura"

Cuéllar planteó a sus seguidores en la ciudad sureña de Sucre el "desacato" al documento constitucional y aseguró que el respaldo sumado por el MAS en su región es fruto "del fraude", aunque no ha impedido la victoria de la oposición.

El presidente de la Corte Nacional Electoral, José Luis Exeni, dijo que todos los resultados difundidos por las cadenas de la televisión no pueden ser considerados definitivos, sino solo como parciales y extraoficiales.

Destacó la alta participación en la jornada de votación -en torno al 85 por ciento- como una récord histórico que debe valorarse, en medio de incidentes aislados que no afectaron la normalidad del sufragio.

La CNE tardará todavía algunos días antes de ofrecer cifras definitivas sobre la votación, como ha ocurrido en otras citas electorales.