Comience eligiendo un tema, algo cercano a su corazón o que le inspire. En el caso del Día de Acción de Gracias, el concepto de la cosecha es lo que generalmente nos viene a la mente, y que puede complementar a la perfección el perfil de las festividades.

Haga una lista de artículos idóneos para representar ese tema: calabacines, bellotas, piñas de pino, mazorcas de maíz y otros objetos que encuentre en su jardín o patio son selecciones apropiadas. Compre un mantel o busque materiales alternativos que lo sustituyan. Un pedazo de arpillera barata, dejando los bordes deshilachados, puede darle a la mesa un toque de naturaleza. Recoja ramas delgadas que se puedan unir con un cordel para hacer manteles individuales. Colóquelos sobre la mesa, y decore a partir de ese punto de partida.

Para crear un centro de mesa atractivo, compre dos jarrones, uno más grande y otro pequeño, para que pueda colocarlos uno dentro del otro. Llene el más pequeño con agua y flores frescas que se correspondan con su patrón de color. Añada una textura interesante colocando algunas ramitas, ramos de frutillas o piñas de pino unidos con alambre para flores. Coloque el jarrón más pequeño dentro del grande. Llene el vacío entre ambos con algo diminuto y colorido como granos de café, frutillas, bellotas u hojas secas.

Tal vez algunos invitados piensen que la decoración no está bien equilibrada si no hay suficiente vajilla de porcelana para la cena. Pero no se preocupe, las decoraciones eclécticas están de moda. Siempre y cuando conserve el patrón de colores, puede utilizar lo que le parezca adecuado.

Considere visitar tiendas de descuento que venden platos separados, y seleccione algunos colores y formas diferentes que guarden cierta similitud en su conjunto. Unifique la decoración con servilletas del mismo color u otro elemento consistente.

Tenga en cuenta tener platos y vasos de plástico para los invitados más pequeños.

Cree “tarjetas de identificación” únicas que también sirvan de obsequio para que los invitados se lleven a casa. En realidad, no tienen que ser ni siquiera tarjetas. Agrupe calabazas pequeñas y póngales un monograma que sirva de guía para los asientos de los invitados. Coloque dientes de ajo en las calabazas formando las iniciales de los comensales. Así, la decoración no sólo será una fiesta de color, sino también de olores.

No caiga en la tentación de decorar exageradamente. Si quiere mantener el flujo de platos y conversación, demasiados objetos serán un obstáculo y no un componente de la ocasión. Tenga en cuenta la escala a la hora de crear el centro de mesa y otros adornos de la mesa, de manera que los invitados puedan hablar entre sí y pasar fuentes y platos cómodamente.

Considere también la posibilidad de disponer de una mesa más grande de lo habitual, adecuando módulos adicionales o agregando una mesa lateral. Otra opción para mayor aprovechamiento del espacio es disponer de una mesa especial sólo para los más pequeños. 

La decoración de la mesa puede ser elegante o informal, en dependencia de su estado de ánimo. También es una forma idónea para que los niños participen en la preparación de las festividades de fin de año. Encárgueles el diseño de accesorios decorativos interesantes para el centro de mesa o los asientos. Se sorprenderá con lo que son capaces de hacer.