Para algunos hispanos el debate el pasado miércoles era si ver el partido de los Phillies, que le daría al equipo su paso a la Serie Mundial, o el último debate presidencial para saber si por fin ambos candidatos detallaban sobre cómo va a ser ese camino a la legalización de indocumentados.

Era la última oportunidad que tenían los latinos de ver a  Obama y McCain, frente a frente, en un debate presidencial, exponiendo sus argumentos y detalles sobre la esperada reforma migratoria.

Claro que el corazón decía que mejor era optar por el equipo de Filadelfia,  pues además de la fantástica campaña durante la temporada, había que disfrutar de la sazón hispana que le dan a la novena local cuatro jugadores y un técnico. Ahí hay sangre dominicana, puertorriqueña, panameña, peruana y cubana.

Algo predecía, además, que como en todas las discusiones para la prensa en inglés, el asunto de inmigración iba a pasar por alto, que eso era tema para la prensa y los foros hispanos como ha sido durante toda la campaña. Los Phillies entonces se presentaban como la mejor opción, además, a estas altura del paseo ¿Qué nuevo podían decir Obama y McCain.

Y así fue, los candidatos no hablaron de inmigración, simplemente porque no les preguntaron.

Durante la campaña, McCain en un evento del Consejo Nacional dela Raza pidió a los hispanos  que tuvieran “confianza” en que habrá reforma migratoria en un mandato republicano, mientras que Obama ha prometido tenerla en el primer año de un eventual gobierno demócrata.

Ese es prácticamente el resumen de lo prometido; lo otro que ha evidenciado esta campaña fueron los coqueteos de ambos candidatos con los votantes hispanos porque saben que en una votación apretada el voto hispano cuenta y la campañas para que más votantes latinos se registraran. También quedó claro que al tema de inmigración lo mató el tema de la economía.

Así las cosas, fue buena opción ver que los Phillies ganaran a los Dodgers y no perder las esperanzas de que gane una reforma migratoria en un nuevo gobierno ¡Gracias Phillies por darnos una alegría!