Unos 70 trabajadores afiliados al sindicato de la Local 32 BJ se reunieron a las afueras de la Corte del Condado de Montgomery, en Norristown (PA), para denunciar las tácticas utilizadas por el ICE en la redada del pasado 31 de julio en la compañía de limpieza ABM en la que detuvieron a 50 trabajadores, entre ellos unos 20 indocumentados.

“Este tipo de redadas en realidad no son otra cosa que más que contraproducentes y mal intencionadas”, criticó Kate Ferranti, portavoz del sindicato.

Indicó que es evidente que la compañía y el ICE llegaron a un acuerdo para que los trabajadores fueran engañados a presentarse en la sede para luego ser aprehendidos y así librar a la compañía de cualquier violación a la ley por contratar indocumentados.

Tony Mitchell, portavoz de American Building Maintenance, en King of Prussia  (PA), negó que este fuera el caso y precisó que ICE le informó a la compañía que algunos de sus trabajadores habían proporcionado documentos falsos. Indicó que ABM lo que hizo fue cumplir con la ley y dejar que ICE hiciera su investigación.

“Nuestra política es que nosotros nos adherimos por completo a la ley”, comentó Mitchell.

Los afectados, en su mayoría madres solteras, fueron detenidos durante cinco horas en la empresa y luego puestos en libertad con un brazalete de seguridad para monitorear sus movimientos hasta que llegue el día de la audiencia, programada para el 26 de agosto en un tribunal de inmigración en Filadelfia.

“Nos citaron en una oficina de la compañía a donde teníamos que ir o sí no nos corrían”, dijo Lucía Varillas de Puebla, México, quien llevaba cuatro años viviendo y trabajando en la región.

“Son unos cobardes”, dijo. Según la trabajadora, su supervisor Robert Harrison  la recogió junto con otras    empleadas en un vehículo de la compañía.

Mitchell desmintió estas versiones y recomendó que toda pregunta sobre la redada fuera dirigida al ICE.

Al cierre de esta edición, oficiales del ICE no regresaron llamadas a AL DÍA.

“Yo no se qué piensan, qué quieren que hagamos, no tenemos dinero para comer ni pagar la renta, y para colmo nadie nos da trabajo por los brazaletes”, se quejó Margarita Varillas, del Estado de México.