Corea del Norte destruyó la torre de refrigeración de la central nuclear de Yongbyon, la principal instalación atómica del régimen comunista, en un acto simbólico destinado a demostrar su buena voluntad hacia la desnuclearización.

Ese acto, que llega sólo un día después de que Pyongyang entregara a China la declaración de su potencial nuclear, simboliza la desnuclearización de Corea del Norte, aunque el proceso de desmantelamiento se inició en noviembre del año pasado.

Estaba previsto que el evento fuera transmitido en directo por varias televisiones internacionales pero, según fuentes de la Casa Presidencial surcoreana, la emisión fue imposible por la falta de instalaciones necesarias para la transmisión de la imágenes por satélite.

La torre destruida tenía algo más de 20 metros y, aunque ya había sido inutilizada durante el proceso de desnuclearización, servía en su día al centro nuclear de cinco megavatios de Yongbyon, considerado el símbolo del programa nuclear norcoreano.

Allí es donde el país comunista procesó tanto el plutonio empleado para construir el arma nuclear que probó a finales de 2006 como el utilizado en la cantidad indeterminada de bombas que posee.

Aunque EEUU respondió ayer al gesto norcoreano con la promesa de sacar a Corea del Norte de la lista de países patrocinadores del terrorismo, el inventario proporcionado por Pyongyang no contesta todos los interrogantes sobre su potencial nuclear real.

Según un funcionario surcoreano citado por el diario "Munhwa Ilbo", las 60 páginas de declaración nuclear contienen tres apartados: la lista completa de instalaciones nucleares norcoreanas, el plutonio extraído y su utilización y la cantidad de uranio que posee.

La declaración de que posee uranio no significa que Corea del Norte confirme que mantiene un programa de enriquecimiento de ese material, algo que ha negado constantemente desde que EEUU denunció su existencia en 2002.

Por otro lado, la declaración tampoco dice nada sobre la presunta colaboración en el campo atómico entre Siria y Corea del Norte ni sobre el arsenal de armas nucleares que posee el régimen comunista, asunto que ha quedado para la siguiente fase de desnuclearización.

Durante la fase presente Corea del Norte desmantelará todas sus instalaciones nucleares a cambio de recibir todo el petróleo prometido por los países del diálogo a seis y de retomar los lazos con EEUU y Japón.

Esto último no será tan fácil porque, aunque este acto sirve para consagrar el perdón a Corea del Norte, Japón ya ha mostrado su intención de torpedear la vuelta de Pyongyang al circuito diplomático internacional si no ayuda en el asunto de los ciudadanos nipones que secuestró en las décadas de los 70 y 80.

Sin embargo, coincidiendo con la demolición, la televisión surcoreana YTN avanzó que el próximo lunes se retomarán las conversaciones del diálogo a seis, entre ambas Coreas, Japón, Rusia, China y EEUU.

Los países del G8, reunidos en el vecino Japón, acordaron avanzar con el diálogo a seis bandas para lograr la verificación completa de todos los detalles del inventario nuclear que Corea del Norte entregó ayer a China.

Sin esperar a esta verificación, el presidente de EEUU, George W Bush, anunció ayer mismo el inicio del proceso para retirar a Corea del Norte de la lista de los países que patrocinan el terrorismo y el levantamiento de las sanciones que penden sobre el régimen comunista.

El proceso de retirar a Corea del Norte de la relación de países patrocinadores del terrorismo tomará 45 días y, cuando acabe el plazo, Pyongyang podrá volver a disfrutar de los privilegios de formar parte del sistema financiero internacional.