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"Necesitamos a Dios"

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En su viaje hacia Washington, donde participó en una misa oficiada
por el Papa Benedicto XVI, el arzobispo de San Antonio, monseñor José
H. Gómez, hizo escala en Filadelfia y habló sobre el mensaje que trajo
el Santo Padre a Estados Unidos, pero especialmente sobre el tema
migratorio y cómo deben los latinos enfrentar este desafío.

"La
persona humana necesita a Dios, un Dios amable que se interesa por
ella". Así resumió monseñor Gómez el mensaje del Santo Padre, quien
llegó el pasado día 15 a Washington como parte de su visita de seis
días al país. El arzobispo dijo que el Pontífice no es duro ni exigente
como se cree, sino "mucho más calmado, casi tímido, pero como Juan
Pablo II es un hombre de oración y acción".

Aclaró que cuando el
Papa Benedicto dice: "Necesitamos a Dios" no es nada nuevo, pero
necesario en momentos en que "amigos y muchos de nuestros hermanos y
hermanas tratan de vivir sin Dios y lo sustituyen de dinero poder y
toda suerte de obsesiones y pasiones".

Monseñor, uno de los latinos
más influyentes del país según la revista TIME, participó en un foro en
Filadelfia organizado por AL DÍA y patrocinado por la Universidad de
Villanova el pasado día 15 como parte de "Speakers Series" con líderes
latinos de EEUU.

En el foro, el prelado mostró preocupación por el
sentimiento anti-inmigrante y el prejuicio contra los hispanos, incluso
entre los mismos fieles hispanos estadounidenses. "No quiero dramatizar
la situación, pero necesitamos ser honestos y reconocer que el
prejuicio racial es un factor detrás de mucha de la conversación acerca
de inmigración, dijo.

Es por eso que instó a los hispanos destacados
en la academia, los negocios y profesionales en general a "ser más
activos" a la hora de promover el diálogo migratorio.

Para Gómez fue
claro que "la política partidista" mató la reforma migratoria porque
considera que los republicanos se asustaron porque a su vez sus
partidarios se asustaron, y a los demócratas no le interesaba que el
partido oponente la pasara. Sin embargo, está convencido de que en el
futuro dicha reforma pasará porque "ellos (los partidos) la necesitan
por la cuestión económica, la industria".

Como consejo a los
hispanos, monseñor dijo que esta comunidad debe seguir "políticamente
el sistema americano". Explicó que en vez de hacer marchas, es mejor
enviar cartas a los congresistas y a la Casa Blanca en la que se
solicite una reforma migratoria integral.

"No funcionaron las
marchas, asustaron a los estadounidenses", dijo, a pesar que él mismo
reconoció haber marchado en San Antonio.

"Estoy asustado por las
manifestaciones de racismo, diría mejor de discriminación", dijo
monseñor en charla con AL DÍA y se refirió a una frase de Samuel
Huntington en su libro "Who are We: The Challenges to America's" que
señala que "la amenaza a la cultura protestante en Estados Unidos es el
católico latino".

Por otro lado, sobre la pérdida de fieles
católicos que enfrenta la Iglesia, dijo que el problema es el
secularismo. Precisó que los hispanos inmigrantes llegan, progresan y
piensan que ya no necesitan a Dios. "El mundo secular los envuelve y
los perdemos", dijo.

"El problema de los católicos es que no
conocen la doctrina católica, la cual se ha convertido en algo más
cultural, que de convencimiento", dijo al asegurar que "el reto que
enfrenta la Iglesia católica es educarlos en la fe".

Monseñor afirmó
que los inmigrantes que llegan están revitalizando en número los fieles
que abandonan el Catolicismo, pero que por el secularismo los pueden
perder. Sin embargo, reconoció que no tienen muy clara cuál va a ser la
estrategia para evitar que los feligreses, especialmente los más
jóvenes, opten por otras religiones con misas más activas, menos
aburridas.

Aseguró que "es grande el reto de hablar un idioma con el
que nos podamos comunicar con la juventud, no lo tenemos. Hacemos lo
que podemos".

"gente de color"

Fue en Denver donde monseñor
José H. Gómez supo que se referían a los hispanos como "gente de
color". Allí sirvió como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis desde
marzo del 2001 hasta febrero del 2005.

Desde entonces, se siente
como en casa en San Antonio, donde funge como Arzobispo en la Catedral
de San Fernando, en la misma donde se casaron sus abuelos maternos.

El único arzobispo latino en EEUU nació en Monterrey en 1951. Sin embargo, su madre creció en San Antonio en los años veinte.

Monseñor,
quien también fue nombrado en noviembre pasado miembro del Secretariado
de Diversidad Cultural de la Conferencia de Obispos Católicos de
Estados Unidos (USCCB), tiene estudios en negocios y un doctorado en
Sagrada Teología. Recibió su título de contabilidad y se graduó en
Filosofía en 1975 en Ciudad de México.

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