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Anti-fascists gather to protest white nationalism. 
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Latino y supremacista blanco

¿Cómo un inmigrante colombiano pudo llegar a unirse al movimiento “alt-right”?

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No tiene sentido.

El pasado diciembre, Andrés Caballero, periodista del programa “Latino USA” de NPR, publicó un reportaje sobre la historia de Johnny Benítez (antes se llamaba Juan Cadavid), un inmigrante colombiano residente en el sur de California que decidió unirse al movimiento alt-right, la derecha alternativa de EE.UU.

Sí, lo han entendido bien: la derecha alternativa, esa facción poco organizada de la extrema derecha estadounidense que no se cansa de repetir que es anti-inmigración y supremacista blanca, y que promueve la idea de crear un “etno-estado” blanco.

La cuestión es: ¿Cómo puede un inmigrante latino dejarse engatusar por una ideología aparentemente tan contradictoria a su propia existencia?

Caballero intentó hallar una respuesta en su reportaje, donde Benítez es descrito como un latino de piel clara, criado en un hogar de pocos recursos. A medida que se hacía mayor, Benítez explica que empezó a sentirse frustrado al ver que los latinos de piel más oscura creían –según él– que la sociedad le otorgaba más privilegios por tener la piel más blanca.    

Durante la entrevista, Benítez también enfatiza la idea de los rasgos “ibéricos”, comparando su físico con el del personaje neonazi interpretado por Edward Norton en la película “American History X”, de 1998.

“La gente cree que soy blanco hasta que encuentran un relato que les dice que no lo soy”, confiesa Benítez a Caballero. Después añade estar “casi seguro” de que “sangre indígena” no corre por sus venas.

Lo más interesante es que Caballero descubre que antes de que Donald Trump ganara las elecciones a la Casa Blanca, Benítez fue un activista progresista, que participó en el movimiento Occupy Wall Street. Incluso donó dinero a la campaña presidencial de Bernie Sanders en 2016.

Lo que provocó su ruptura con su círculo social progresista, explica Benítez a Caballero, fue no estar de acuerdo con ellos en un tema concreto: los derechos de los transexuales. Su posición “anti-trans” fue el motivo por el que fue “excomunicado” por la izquierda, afirma Benitez durante la entrevista.

De forma turbia (Caballero menciona que su entrevistado no siempre es un comunicador meticuloso), esta desconexión llevó, al menos en parte, a que Benítez se convirtiera en el tipo de personas que apoya a Trump en sus mítines en defensa del “Make America Great Again” y capaz de recitar de memoria las 14 palabras más apreciadas por los supremacistas blancos: “Debemos asegurar la existencia de nuestra gente y un futuro para los niños blancos”.

No tan raro

Desafortunadamente, la transformación ideológica de Benítez no es única, aunque sí extrema. Puede que el hecho de ser un inmigrante latino transformado en supremacista blanco sea una anomalía, pero pasar de ser seguidor de Sanders a defensor de Trump no lo es.

Según NPR, un 12 por ciento de los votantes que se decantaron por Sanders en las primarias votaron por Trump en las elecciones generales.

Es normal preguntarse cómo puede ser que toda esta gente esté ahora coqueteando con ideas de la derecha alternativa,

Y, mientras tanto, la web de noticias Breitbart News, conocida como la plataforma del movimiento alt-right, no desaparece.

El polémico medio de comunicación, cuyo nombre empezó a resultar conocido durante las elecciones presidenciales de 2016, presume de haber batido records de lectores. Según un artículo publicado por este medio el pasado noviembre, la web de Breitbart recibió más de 2.2 billones de visitas en 2017, en comparación a los 2.18 billones en 2016.

Breitbart vivió su momento estelar durante las elecciones presidenciales, en las que dio su respaldo al candidato Trump y avivó la rabia derechista con el apoyo de titulares sensacionalistas, que a menudo eran profundamente racistas, sexistas, homofóbicos y antiinmigrantes.

El presidente ejecutivo de Breitbart News es Steve Bannon, exasesor de Trump durante la campaña electoral y estratega jefe del presidente en la Casa Blanca hasta que fue despedido, en agosto de 2017.

“Estoy seguro de que esta gran noticia sorprenderá a nuestros enemigos en el establishment político y mediático”, dijo el editor en jefe de Breitbart News, Alex Marlow, en referencia al auge de lectores de la web en 2017. “Durante todo el años, se han dedicado a escribir artículos deshonestos y vergonzosos (para ellos) para criticarnos, afirmando falsamente que estamos perdiendo audiencia. Me pregunto si escribirán sobre lo que hemos logrado”.

Si bien esta afirmación puede sugerir que la audiencia de Breitbart ha aumentado, en realidad el artículo no menciona cuántos lectores únicos tiene Breitbart. En otras palabras:  menos personas podrían estar visitando la web de Breitbart, pero esos lectores estarían viendo más contenido.

Las palabras del editor jefe de Breitbart iban dirigidas a The Washington Post, que en junio de este año publicó un informe señalando que la audiencia de Breitbart se había desplomado un 53% desde las elecciones presidenciales, pasando de 23 millones de lectores a menos de 11 millones.

En noviembre de 2016, un grupo activista anónimo en internet llamado Sleeping Giants comenzó a presionar a muchos de los anunciantes de Breitbart para que cortasen sus lazos con el sitio web mediante la organización de boicots, un esfuerzo que ha demostrado su eficacia y continúa hasta nuestros días.

The Washington Post informó que, desde que Breitbart comenzó a experimentar un declive en los lectores a fines de 2016, el medio de noticias parece haber empezado a restringur algunas de sus conductas más escandalosas.

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