En respuesta a un preocupante aumento de casos de sarampión en Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han emitido una alerta sanitaria instando a todos los viajeros internacionales a asegurarse de estar completamente vacunados contra esta enfermedad altamente contagiosa antes de salir del país. Esta recomendación se aplica a todos los destinos, independientemente de su historial de brotes.

Hasta finales de mayo de 2025, se han reportado 1.088 casos confirmados de sarampión en 33 estados de EE. UU., con un 90% de ellos asociados a brotes, incluyendo 62 casos vinculados directamente a viajes internacionales. La mayoría de los afectados son personas no vacunadas o con estado de vacunación desconocido. Este resurgimiento ha sido atribuido a la disminución de las tasas de vacunación y al aumento de la desinformación sobre las vacunas

El sarampión se transmite por el aire y puede permanecer activo en superficies y espacios cerrados durante hasta dos horas. Los entornos de alto tránsito, como aeropuertos y aviones, presentan un riesgo elevado de exposición. Un caso reciente en el Aeropuerto Internacional de Denver, uno de los más concurridos del país, involucró a tres pasajeros infectados, lo que generó una alerta sanitaria y la recomendación de monitorear síntomas a cientos de personas expuestas .

La vacuna triple viral (MMR), que protege contra el sarampión, las paperas y la rubéola, es altamente efectiva. Una dosis proporciona una protección del 95%, y dos dosis alcanzan una eficacia del 97%. El CDC recomienda que los viajeros internacionales reciban dos dosis de la vacuna al menos dos semanas antes del viaje. Los lactantes de 6 a 11 meses deben recibir una dosis temprana, seguida del esquema regular a los 12-15 meses y entre los 4-6 años

Para aquellos que no pueden vacunarse por razones médicas, se aconseja considerar posponer los viajes internacionales. Además, se recomienda a los viajeros consultar con su proveedor de salud al menos seis semanas antes del viaje para asegurar la inmunización adecuada.

Este repunte del sarampión subraya la importancia de mantener altas tasas de vacunación y la vigilancia constante, especialmente en un mundo interconectado donde las enfermedades pueden cruzar fronteras con facilidad.