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El Ronquido Nocturno y su Relación con la Hipertensión No Controlada

el ronquido puede ser un indicador de apnea del sueño, una condición que interrumpe la respiración durante el sueño y que está asociada con la hipertensión

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Escrito por: Alejandra Legarda-Periodista

El ronquido, a menudo considerado una simple molestia nocturna, ha sido vinculado a problemas de salud mucho más serios, especialmente a la hipertensión no controlada. Diversos estudios recientes han profundizado en esta relación, revelando que el ronquido puede ser un indicador de apnea del sueño, una condición que interrumpe la respiración durante el sueño y que está fuertemente asociada con la hipertensión.

Un estudio importante llevado a cabo por la Universidad de Flinders, utilizando tecnología de monitoreo en el hogar, descubrió que las personas que roncan habitualmente tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir hipertensión no controlada. Este estudio, que monitoreó a más de 12,000 participantes durante varios meses, encontró que aquellos que pasaban un mayor porcentaje de su tiempo de sueño roncando tenían casi el doble de probabilidades de sufrir hipertensión, independientemente de otros factores como la apnea del sueño. Estos hallazgos sugieren que el ronquido, por sí solo, podría ser un factor de riesgo independiente para la hipertensión y, por lo tanto, merece mayor atención en la práctica clínica​.

Otro análisis detallado del impacto del ronquido en la salud cardiovascular refuerza esta conexión. El estudio subraya que el ronquido frecuente no solo aumenta el riesgo de hipertensión, sino que también está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como infartos y accidentes cerebrovasculares. La apnea del sueño, a menudo caracterizada por ronquidos intensos, provoca fluctuaciones en los niveles de oxígeno en la sangre, lo que puede desencadenar un aumento en la presión arterial y dañar los vasos sanguíneos a largo plazo.

A pesar de estos riesgos, el ronquido y la apnea del sueño a menudo no se diagnostican, dejando a muchas personas en riesgo de desarrollar complicaciones graves sin ser conscientes de ello. Los expertos en salud recomiendan que cualquier persona que experimente ronquidos fuertes y persistentes, especialmente si se acompaña de somnolencia diurna o pausas en la respiración durante el sueño, consulte a un médico. El tratamiento temprano, que puede incluir el uso de dispositivos de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) o cambios en el estilo de vida, puede reducir significativamente los riesgos asociados.

En resumen, el ronquido nocturno no debe tomarse a la ligera, ya que puede ser una señal de advertencia de hipertensión no controlada y otros problemas de salud graves. La identificación y el tratamiento oportunos son clave para prevenir complicaciones a largo plazo.

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