
Una Inyección Cada seis meses: El Futuro del Tratamiento de la Hipertensión
Una simple inyección cada seis meses podría reducir significativamente la presión arterial en personas que luchan por controlar la enfermedad.
La hipertensión sigue siendo uno de los mayores desafíos de salud global. Afecta aproximadamente a un tercio de los adultos y es un factor clave en la generación de eventos cardiovasculares graves como infartos, accidentes cerebrovasculares y insuficiencia renal. El tratamiento estándar, basado en medicamentos orales diarios, presenta dificultades de cumplimiento, efectos secundarios y subcontrol persistente en muchos pacientes. Sin embargo, un avance prometedor está emergiendo desde la Universidad Queen Mary de Londres: una nueva inyección semestral que podría transformar el manejo de esta enfermedad crónica.
Hallazgos disruptivos del estudio KARDIA-2
El ensayo clínico internacional KARDIA‑2, con participación del Queen Mary University of London y el Barts Health NHS Trust, incluyó a 663 personas con hipertensión no controlada con medicamentos habituales. Publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) el 29 de mayo de 2025, los resultados revelaron que añadir una inyección de zilebesiran cada seis meses mejora significativamente el control de la presión arterial comparado sólo con tratamiento oral estándar.
Mecanismo innovador: ARN interferente
Zilebesiran emplea la tecnología de interferencia por ARN, diseñada para inhibir la producción de angiotensinógeno, una proteína clave del sistema renina-angiotensina en el hígado. Al reducir esta proteína, se disminuye la formación de angiotensina II, lo que favorece la relajación vascular y la reducción de la presión arterial.
Impacto clínico: eficacia y seguridad
Los hallazgos del ensayo muestran beneficios notables y bien tolerados. En KARDIA‑2, los pacientes recibieron zilebesiran junto con terapias convencionales como indapamida, amlodipino u olmesartán, logrando reducciones sustanciales de presión comparados con el grupo de control. El estudio subraya que la seguridad fue adecuada, con reacciones locales transitorias en el sitio de inyección y ligeras elevaciones de potasio hemático sin riesgos clínicos significativos .
Relevancia de cumplimiento y adherencia
Un gran obstáculo del tratamiento antihipertensivo actual es la falta de adherencia. Muchas personas olvidan tomar sus medicamentos diarios o abandonan las terapias debido a efectos secundarios. Una inyección cada seis meses podría eliminar estos problemas, reduciendo drásticamente los errores de dosificación y la carga de recordar tratamientos constantes. Además, facilitaría el seguimiento médico, ya que la aplicación del tratamiento podría realizarse en consulta, garantizando administración y monitorización adecuadas .
Próximos pasos: KARDIA‑3 y estudios de resultados cardiovasculares
Aunque KARDIA‑2 ha demostrado eficacia en control de lectura de presión, el camino hacia su uso clínico exige la validación de beneficios en mortalidad cardiovascular y eventos mayores. Por ello, ya está en marcha KARDIA‑3, un ensayo de fase II que evaluará la eficacia y seguridad en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida o alto riesgo .
Además, se planea un estudio global de resultados, cuyo objetivo es medir el impacto sobre eventos críticos como infartos, accidentes cerebrovasculares y muerte cardiovascular. El reclutamiento de estos grandes ensayos comenzará a finales de 2025
Comparativa con terapias innovadoras: Triple T para aldosteronismo
Este avance no es único. La misma institución (Queen Mary y Barts) lidera el desarrollo de Triple T (Targeted Thermal Therapy) para una forma específica de hipertensión la primaria por aldosteronismo. Este procedimiento mínimamente invasivo destruye nódulos en la glándula suprarrenal mediante radiofrecuencia guiada por ecografía endoscópica, ofreciendo resultados en apenas 20 minutos.
Esta técnica, probada en 28 pacientes, normalizó los niveles de aldosterona y permitió que varios de ellos suspendieran medicamentos, sin cirugía mayor ni hospitalización prolongada. Se espera que su siguiente fase**, WAVE**, compare Triple T con cirugía estándar en una muestra de 120 pacientes para 2027.
Perspectiva profesional y sistémica
Dr. Manish Saxena, director clínico del William Harvey Clinical Research Centre y especialista en hipertensión de Barts, destaca que esta inyección semestral podría beneficiar “a millones de pacientes” dada su eficacia y seguridad . Las autoridades en salud cardiovascular subrayan que la adherencia al tratamiento es una barrera clave y métodos como este podrían revolucionar el sector.
Desde la British Heart Foundation, ya en 2022 se consideraba este tipo de terapia como “excitante”, dada su capacidad de sustituir las tomas diarias y mejorar la adherencia
Retos regulatorios y económicos
Desarrollado por Alnylam Pharmaceuticals en colaboración con Roche —quienes invirtieron unos USD 310 millones en el proyecto desde 2023, zilebesiran enfrenta ahora el desafío regulatorio. Será necesario demostrar no solo eficacia sino también costo-efectividad frente a medicamentos genéricos baratos y de alta disponibilidad
Además, integrar una inyección semestral implica capacitar al personal en administración subcutánea, asegurar cadenas de suministro refrigerado y gestionar la logística de seguimiento bianual. Sin embargo, el mayor cumplimiento y la posible reducción de eventos cardiovasculares podría traducirse en ahorros importantes para los sistemas de salud.
Conclusión: un nuevo camino en la hipertensión
La inyección de zilebesiran cada seis meses representa un hito en el tratamiento de la hipertensión. Su innovador mecanismo de ARN interferente, la eficacia clínica demostrada y su practicidad en la administración generan una expectativa sin precedentes.
No obstante, para consolidarse como estándar terapéutico será necesario verificar resultados en morbilidad y mortalidad cardiovascular, asegurar viabilidad económica y superar retos regulatorios y logísticos. Con estos pasos cumplidos, podríamos estar ante un cambio tan profundo como lo fue en su momento la introducción de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o los bloqueadores de los receptores de angiotensina.
Este estudio abre camino a tratamientos inteligentes, menos dependientes del paciente, y confirma que la innovación en salud no se detiene: una vez más, la ciencia demuestra su poder para transformar vidas.
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