Pareciera que la necesidad de traer a las "grandes figuras" de la Arquidiócesis de Filadelfia a responder las preguntas e inquietudes de la comunidad de "La Milagrosa" – modestamente representados por María Miranda, Gilberto Gonzáles, y su servidor — son actos desesperados para acallar el llamado que viene desde nuestros corazones, y el acto mismo nos hace ver como a David y Goliat. Nosotros, simples feligreses, ellos personajes con títulos oficiales representando a un "imperio".

Kenneth Gavin, director de comunicaciones de la Arquidiócesis, en una contraentrevista para Clear Channel Communications (Q102),  defiende a capa y espada a sus empleadores y, literalmente, se llena la boca diciendo que el monseñor Arthur Rodgers ha incluido a los líderes de "La Milagrosa" en las decisiones hechas para la transición programada el próximo 30 de junio. Sin embargo cuando al rector se le preguntaron cuestiones específicas, como el transporte de feligreses de edad avanzada y el mantenimiento de las clases de catecismo en español, se abstuvo de comprometerse a brindar dicho transporte y aseveró que "si estas personas no asistían era porque siempre habían tenido una fe hueca". En cuanto a las clases de catecismo, dijo que ellos podrían asistir a otra localidad para recibir su formación católica, aunque no fuera en español, ya que estos niños son o deberían ser bilingües. Quizás esa es su definición del "compromiso serio" con nuestra comunidad. 

Gavin también hace mención del gasto de mantenimiento que la catedral "generosamente" cubre para La Milagrosa, lo que el no sabe es que durante la Semana Santa pasada nuestros ancianitos tuvieron que sufrir de frió por falta de calefacción. Y sin embargo él y el Mons. Rodgers pasaron una celebración de Semana Santa en temperaturas bastante agradables.

Joann Roa, directora de la Oficina para Católicos Hispanos, hizo declaraciones similares en la edición de la semana pasada de este periódico, y tomando la misma instancia que Gavin, resaltó la expansión de la comunidad católica hispana en Filadelfia.Como si su oficina o la Arquidiócesis tuvieran algo que ver con ese crecimiento. Pero aun así se niegan a escuchar el llamado de nuestra comunidad aludiendo a "sus muy conocidos problemas financieros", haciendo referencia a la carta pastoral "Moving Forward in Faith", emitida en abril de 2011. En esta se menciona que el costo de la defensa legal de Mons. William Lynn  estaba siendo cubierto por "un fondo de reserva sin restricciones para uso a discreción del arzobispo" y cuya procedencia venía parcialmente de la venta de bienes raíces (parroquias y escuelas) de la Arquidiócesis.  

La señorita Roa también toma la oportunidad para reprochar a los medios de comunicación por la publicación editorial de AL DÍA y su aseveración de que "mientras la Arquidiócesis se está haciendo de oídos sordos, los latinos levantan sus voces para salvar una iglesia histórica",  agregando que ni ella ni nadie en la Arquidiócesis fue contactada para "obtener información". A lo cual quisiéramos recordarle que nosotros hemos estado planteando estas preguntas desde hace más de cinco años al Mons. Michael McCulken, al Mons. Rodgers, al padre Bruce Lewandowski, al padre Charles Kennedy, al diácono Epifanio de Jesús, al arzobispo Charles Chaput, a Miguel de León, y ahora también a ella. Esperamos que su próxima nota  la pueda dar personalmente, y en compañía de todas las personas recién mencionadas, para que ninguno de ellos se sienta con la presión de los medios de prensa. Nosotros los estaremos esperando en "La Milagrosa".

Con respecto a la comunidad vicentina y a Miguel de León, esperamos también que esta vez Mons. Rodgers no nos niegue los nombres de los padres de esta congregación con sede local, que están involucrados con el proceso de venta de "La Milagrosa", y que no obstaculice más la posibilidad de que el fideicomiso de $530.000, (resultado de la venta en 1978 del salón de "La Milagrosa") y controlado por de León, pudiera servir como medio de estabilización financiera para nuestra capilla.

Como nota final hago referencia a las ventanas nuevas prometidas para "La Milagrosa" (promesa que nunca fue cumplida), otro ejemplo más de que nunca se nos ha tomado en serio. Después  tratamos de hacer un justo reclamo y desde el púlpito nos llaman mentirosos.