Los relatos sobre el futuro de nuestra nación son tanto en español como en inglés
Hace poco participamos en un debate con otros profesionales de los medios de comunicación sobre los Latinos y los medios.
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Hace poco participamos en un debate con otros profesionales de los medios de comunicación sobre los Latinos y los medios. Escribimos y hablamos frecuentemente sobre esto, por lo que contamos con una perspectiva fácilmente articulada.
Lo que actualmente se envía de manera rápida a los latinos –ya sea en los medios noticieros o del entretenimiento—subestima consistentemente nuestro intelecto, nuestro alfabetismo, nuestra amplia variedad de inquietudes e intereses. Además, con frecuencia se nos representa como personas con poco conocimiento sobre nuestra propia historia y con una visión casi nula en cuanto a nuestros futuros –existimos sencillamente en la actualidad sin rumbo.
Por supuesto, si usted ha estado leyendo AL DÍA, en línea o en forma impresa, por el período de tiempo que sea, sabrá que esta no es la historia que narramos. El periodismo trata sobre las personas, y nuestra frase de consigna –Comprometidos, informados, sin remordimientos: promoviendo la nueva narrativa estadounidense—está en plena sintonía con nuestro círculo de lectores. Ellos –usted—escriben una nueva narrativa estadounidense, algunas veces mediante un talento deslumbrante y una visión inexorable, otras mediante la lucha, el apoyo comunitario y la solidaridad intercomunitaria, y aún otras mediante todas estas.
Aunque nuestro discurso político nacional es divisionista y muchas veces tiene un matiz claramente anti-Latino al hablar sobre la inmigración y las propuestas sobre las designaciones del idioma oficial, la realidad es que los Latinos son partícipes en esta nación, y nuestra trayectoria es una de expansión y no de reducción. Así que, por ejemplo, Romeo Santos –el prodigio dominicano de la bachata nacido en el Bronx – vendió todas las entradas, durante las dos noches de su concierto (una proeza poco común) en Yankee Stadium donde presentó un repertorio totalmente en idioma español. Y no solo eso, sino que sus artistas invitados –Drake y Nicki Minaj—también se unieron a él sobre el escenario para cantar… en español.
La nueva narrativa estadounidense, aparentemente, tiene cabida –y hasta afecto—para más de un idioma, más de un conjunto de tradiciones.
“Hasta que tenga la libertad de escribir de forma bilingüe y cambiar de códigos sin tener siempre que traducir… mi lengua será siempre ilegítima”, escribió Gloria Anzaldúa en su obra fundamental sobre la teoría crítica chicana titulada “Borderlands”. Aunque aún no nos encontramos en ese lugar que articula Andzaldúa, existen más indicios que el concierto de entradas agotadas de Romeo Santos para mostrar que ya estamos encaminados.
Nuestro propio sitio web nuevo es un paso.
Es un sitio web totalmente bilingüe –y con esto queremos decir algo totalmente diferente a un texto traducido en Google. Nuestros escritores son latinos y no latinos, jóvenes y no tan jóvenes, nativos e inmigrantes. Los relatos que narramos son creados en inglés y en español y los traducimos tanto para lograr que los puntos de vista individuales y las realidades compartidas sean claras como para que puedan ser leídas por quienes no hablan ambos idiomas.
La traducción que realizamos nace en la gran tradición de ambos idiomas y el futuro abierto representado por ambos, específicamente aquí, en los Estados Unidos.
No somos los únicos comprometidos con sacar a la luz aquello que ha estado en los márgenes de nuestra consciencia nacional hasta ahora. La cultura y arte popular –con frecuencia a la vanguardia en cuanto a crear un sentido de comunidad nacional expansivo –han empezado a acoger y explotar la multiplicidad de relatos que sustentan la nueva narrativa estadounidense.
Tan recientemente como esta semana, por ejemplo, Tor.com, uno de los sitios web de gran recurrencia para la nueva ficción especulativa, anunció que ha encomendado la primera traducción al inglés de los cuentos cortos de Julio Cortázar “Cefalea” (o “Headache”, como ahora será conocida en inglés) para que aparezca en su sitio web en septiembre. “El célebre escritor argentino, es parte de un patrimonio de literatura latinoamericana señalado por muchos Latinos estadounidenses para iluminar nuestro legado intelectual y artístico –que esté disponible tanto en inglés como en español es significativo y valioso y, así mismo, expansivo.
Esperemos que nuestros políticos sigan el ejemplo de las artes y la cultura y aprendan a reconocer que lejos de un idioma, o de un entendimiento anticuado de asimilación, la fortaleza de los Estados Unidos se encuentra en su multiplicidad.
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